"No voy a descolgar ninguna Cruz" porque soy católico y ella "es símbolo de la piedad" de Dios, fue la respuesta del juez argentino Luis María Rizzi a la campaña lanzada por la Asociación Pensamiento Penal (APP) y la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), para que se retiren los símbolos religiosos de las salas de audiencias de los tribunales aduciendo la neutralidad religiosa del Estado.
Así lo expresó Rizzi, integrante del Tribunal Oral Criminal Nº 3º de la Capital Federal, en una carta enviada a Mario Juliano, presidente de la APP y juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1 de Necochea.
En su misiva, el magistrado Rizzi manifestó que tampoco dispondrá que otra persona retire el crucifijo, "porque creo en Dios y porque soy católico. Porque tengo reverencia por la Cruz de Cristo, el inocente crucificado por los hombres y el más inocente de los condenados, que representa, además, la fe mayoritaria y la identidad de nuestro pueblo".
El juez señaló que "la Cruz no ofende a nadie, sea o no creyente, ni nadie puede sentirse agredido, inquieto, molesto y menos discriminado por su presencia. Porque contrariamente a lo que ustedes suponen o creen, la presencia de la Cruz es símbolo de piedad, de consuelo, y de misericordia; es símbolo de que quienes se desempeñan frente a ella, tienen temor de Dios, y por ello mismo, inspiran más confianza en que actuarán de acuerdo a la justicia y a la verdad, con buena voluntad y con la máxima imparcialidad".
"Porque finalmente, la libertad religiosa que ustedes dicen pregonar y defender, es precisamente para que quienes quieran hacerlo, cuelguen, lleven o exhiban la Cruz, y no para que nos obliguen a quitarla, ocultarla o disimularla", añadió.
"Soy consciente no obstante, de que ustedes están embarcados en una triste misión en la que muy probablemente lograrán los fines que los desvelan. Tal vez porque la Cruz es incompatible con este mundo en el que se confunde el bien con el mal, en el que se privilegian supuestos derechos de la mujer a costa del derecho a la vida de los niños; en el que impera la deslealtad, la mentira, la corrupción; en el que ya no interesa la protección de la familia y de la infancia, y se las supone independientes de la protección del matrimonio", indicó Rizzi.
El juez argentino dijo que "la Cruz parece no tener más lugar en una nación desolada, ciega y sorda a las leyes eternas que no son de hoy ni de ayer, que huye de la Verdad y de la Belleza, y que se empeña en ignorar y abandonar a Cristo". Sin embargo, aseguró, "Cristo no nos abandonará, aún cuando repudien y quiten su Cruz".