El amor de Dios ajusta nuestras equivocaciones, nuestra historia de pecadores, no nos abandona jamás, incluso si no comprendemos este amor. Así lo indicó el Papa Francisco en la homilía de la Misa de hoy que presidió en la Casa Santa Marta.
Según señala Radio Vaticano, el Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio en el que Jesús llama a Pedro, Andrés, Santiago y Juan que están pescando, dejan inmediatamente las redes y lo siguen. El Señor quiere preparar a sus discípulos para su nueva misión. "Es precisamente de Dios, del amor de Dios", dijo el Papa Francisco, "preparar los caminos… preparar nuestras vidas, para cada uno de nosotros. Él no nos hace cristianos por generación espontánea: ¡Él prepara! Prepara nuestro camino, prepara nuestra vida, con tiempo".
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"Parece que Simón, Andrés, Santiago y Juan hayan sido aquí elegidos definitivamente, ¡sí han sido elegidos! ¡Pero ellos, en este momento no han sido definitivamente fieles! Después de esta elección se han equivocado, han hecho propuestas no cristianas al Señor: ¡han renegado al Señor! Pedro de modo superlativo, los demás por temor: están asustados y se van. Han abandonado al Señor. El Señor prepara. Y después, tras la Resurrección, el Señor ha debido continuar este camino de preparación hasta el día de Pentecostés. Y después de Pentecostés también, algunos de éstos – Pedro, por ejemplo – se ha equivocado y Pablo ha tenido que corregirlo. Pero el Señor prepara".
El Papa dijo luego que "cuando las cosas no van bien, Él se implica en la historia y ajusta la situación y va adelante con nosotros. Pero pensemos en la genealogía de Jesucristo, en aquella lista: éste genera a éste, éste genera a éste, éste genera a éste… En aquella lista de historia hay pecadores y pecadoras. ¿Pero cómo ha hecho el Señor? Se ha implicado, ha corregido el camino, ha regulado las cosas. Pensemos en el gran David, un gran pecador y después un gran santo. ¡El Señor sabe! Cuando el Señor nos dice 'Con amor eterno, Yo te he amado' se refiere a esto. Desde tantas generaciones el Señor ha pensado en nosotros, ¡en cada uno de nosotros!".
"Me agrada pensar que el Señor tenga los sentimientos de la pareja que está en espera de un hijo: lo espera. Nos espera siempre en esta historia y después nos acompaña durante la historia. ¡Éste es el amor eterno del Señor; eterno, pero concreto! También un amor artesanal, porque Él va haciendo la historia, va preparando el camino a cada uno de nosotros. ¡Y éste es el amor de Dios" que "nos ama desde siempre y jamás nos abandona! Oremos al Señor para conocer esta ternura de su corazón". Y esto, observó el Papa Francisco es "un acto de fe" y no es fácil creer esto.
El Santo Padre dijo que no es sencillo hacer esto "porque nuestro racionalismo dice: '¿Cómo el Señor, con tantas personas que tiene, piensa en mí? ¡Pero me ha preparado el camino a mí! Con nuestras mamás, nuestras abuelas, nuestros padres, nuestros abuelos y bisabuelos… El Señor hace así. Es éste su amor: concreto, eterno y también artesanal".
Para concluir el Pontífice alentó a orar "pidiendo esta gracia de comprender el amor de Dios. ¡Pero no se lo comprende jamás! Se siente, se llora, pero entenderlo desde acá, no se lo entiende. También esto nos dice cuán grande es este amor. El Señor que nos prepara desde hace tiempo, camina con nosotros, preparando a los demás. ¡Está siempre con nosotros! Pidamos la gracia de entender con el corazón este gran amor".