El Obispo de Mar de Plata (Argentina), Mons. Antonio Marino, expresó su solidaridad y se unió en oración por las cuatro víctimas mortales y más de 20 heridos a causa del rayo que cayó en el Balneario de Áfrika en Villa Gesell.
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La caída del rayo ocurrió en la tarde del jueves 9 de enero luego de una tormenta. No se sabe si el rayo cayó en la zona de las carpas, lo que sí señalan algunos testigos es que por la fuerte lluvia ya no había mucha gente en la playa cuando ocurrieron los hechos.
El dueño del balneario Afrika, Osvaldo García, informó a LaNación.com que "vimos una bola de fuego y se escuchó un ruido tremendo", para él el impacto fue en las zonas de las carpas porque vio "volar" a las personas tres o cuatro metros. García afirmó que una de las víctimas "murió calcinado en un cuatriciclo".
Fuentes del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, señalaron al mismo medio que hay más de 20 heridos. Voceros del Hospital informaron que dos mujeres se encuentran internadas en terapia intensiva del Hospital Arturo Ilia de Gesell.
Un trabajador del lugar llamado Mariano, le dijo al noticiero local TN que él ayudaba a salvar a los heridos: "los llevamos en sillas, reposeras, lo que fuera que encontráramos a mano", y agregó "Gracias a Dios se había ido mucha gente, si no, no sé cuántos heridos más contábamos".
Mons. Marino dirigió un mensaje al Párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción, P. Eduardo Torres, en donde señala que "ante la triste noticia de la grave desgracia ocurrida en tu jurisdicción parroquial, de la que fueron víctimas numerosas personas, te hago llegar este mensaje de solidaridad en el dolor junto con mi oración por las personas afectadas y por sus familiares",
El Prelado escribió la siguiente plegaria:
Junto a tu feligresía y a la comunidad diocesana marplatense,
elevo al cielo esta plegaria:
Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo,
te pedimos por estos hijos tuyos y hermanos nuestros
que han sido alcanzados por la desgracia.
Algunos han partido, otros se debaten en el dolor.
Parientes y amigos lloran una ausencia,
o se conmueven por la desdicha.
Todos miramos hacia ti,
el único que en tu Hijo Jesucristo
puedes aportar luz, consuelo y esperanza.
Unidos a María, Madre de Jesús y consuelo de los afligidos,
imploramos para todos el don de tu paz.
Amén.