La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió temporalmente los mal llamados "matrimonios" gay en Utah el 6 de enero, hasta que se resuelva en un tribunal federal una apelación interpuesta contra el fallo judicial que abrió las puertas a las uniones homosexuales en ese estado.
A fines de diciembre de 2013, el juez Robert Shelby en Utah determinó que la legislación estatal que prohibía el "matrimonio" gay violaba la constitución.
La enmienda en la Constitución Estatal que prohibió las uniones homosexuales fue aprobada por una abrumadora mayoría de los pobladores de Utah, en 2004.
El reciente fallo de la Corte Suprema suspendió nuevas uniones homosexuales hasta que la corte de apelaciones determine si valida el fallo del juez Shelby o restablece la prohibición de los "matrimonios" gay en el estado.
En un comunicado difundido el 6 de enero, el presidente de la Organización Nacional por el Matrimonio, Brian Brown, calificó la decisión de la Corte Suprema como un repudio al fallo de Shelby.
"Las acciones de este juez activista son un insulto al Estado de Derecho y a los derechos soberanos del pueblo de Utah para redefinir el matrimonio".
El fundador de la Fundación de Legislación del Matrimonio, Monte Stewart, aseguró que trabajarán para que "la ofensa diaria contra el estado y sus ciudadanos de ser obligados por un solo juez federal a solemnizar matrimonios que golpean al corazón del proceso democrático del Estado, y de la visión conyugal del matrimonio abrazada por la vasta mayoría de su gente".
El gobernador de Utah, Gary Herbert, aseguró en un comunicado el 6 de enero que la Corte Suprema tomó "la decisión correcta hoy".
"Como he dicho todo el tiempo, los ciudadanos de Utah merecen tener este tema resuelto a través de un proceso judicial justo y completo", indicó.
Herbert indicó que cree firmemente que "este es un tema de derechos del estado y trabajaré para defender la posición del pueblo de Utah y de nuestra Constitución Estatal".