El P. Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, señaló que en algunas de las publicaciones de prensa los comentarios del Papa Francisco sobre una niña criada por una pareja homosexual, en que expresó su preocupación sobre la evangelización en nuevos ambientes culturales, han sido forzadas y manipuladas.
El 3 de enero, la revista jesuita La Civiltà Cattolica publicó un recuento de 15 páginas de la conversación del Papa Francisco con un grupo de superiores generales de órdenes religiosas, sostenida el 29 de noviembre de 2013.
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Ver aquí: La transcripción de la conversación entre el Papa Francisco y los superiores generales de órdenes religiosas
Al conversar sobre la marginación, la cultura y la educación como las fronteras de la misión, el Santo Padre recordó que en Argentina conoció a "una niña muy triste que al final confió a la maestra el motivo de su estado de ánimo: 'la novia de mi mamá no me quiere'. El porcentaje de los niños que estudian en las escuelas y que tienen padres separados es elevadísimo. Las situaciones que viven hoy plantean, por lo tanto, nuevos desafíos que para nosotros, a veces son incluso difíciles de comprender".
"¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas? ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que cambia? Es necesario estar atentos a no suministrarles una vacuna contra la fe", dijo el Santo Padre.
Algunos medios de prensa italianos, así como la agencia francesa de noticias AFP, informaron como si el Papa Francisco hubiera indicado alguna apertura hacia los mal llamados "matrimonios" gay o uniones civiles.
El P. Federico Lombardi precisó el 6 de enero que lo dicho por el Papa sobre "las responsabilidades educativas de la Iglesia, que en cierto sentido es bastante obvio, se realizó el 29 de noviembre en términos completamente generales, (pero) ha sido publicado por varios medios de comunicación italianos, en el contexto de la cuestión planteada en los últimos días de reconocimiento de las uniones civiles de parejas homosexuales".
"Es completamente evidente por sí mismo", dijo el P. Lombardi, que el tema fue "forzado… tanto que en algunos casos se ve que el comentario del Papa está siendo manipulado. Hablar de una 'apertura a las parejas gay' es paradójico, porque el comentario del Papa es completamente de carácter general y porque incluso el pequeño ejemplo concreto hecho por el Papa (sobre una niña que estaba triste porque la novia de su madre no la quería) alude al sufrimiento de los niños".
El vocero vaticano subrayó que el Papa Francisco se estaba refiriendo al hecho de que "la situación en que la educación de los niños se realiza actualmente es muy diferente que en el pasado, porque (estos niños) viven en muchas situaciones familiares difíciles, tales como padres que están separados, nuevas uniones anómalas, a veces incluso uniones homosexuales".
"La educación y la proclamación de la fe, por supuesto, no puede ignorar esta realidad y debe estar atenta al bienestar de las generaciones futuras, acompañándolas afectivamente en su contexto actual, para no provocar reacciones negativas contrarias a la apertura a la fe".
Un partido político italiano ha anunciado su apoyo a las uniones civiles desde que el Papa Francisco habló a los superiores generales, por lo que el P. Lombardi dijo que el Santo Padre "no se ha expresado en lo absoluto sobre el debate que se reabrió en Italia recién un mes después".
"Aquellos que recuerdan las posiciones que expresó antes en Argentina, durante debates similares, saben que fueron completamente diferentes de las que algunas personas están ahora tratando de atribuirle clandestinamente", señaló el vocero del Vaticano.
En una carta a las monjas carmelitas de Buenos Aires, en julio de 2010, el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio les pidió que rezaran para derrotar el proyecto de ley del mal llamado "matrimonio" gay y lo criticó duramente.
"No seamos ingenuos: No se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios", escribió el hoy Papa Francisco.