En una clara preocupación por los continuos cambios en las estructuras sociales, tecnológicas y científicas en el país "producto de la posmodernidad" que amenaza a la persona y a la familia, los Obispos de Nicaragua han decidido nombrar el 2014 el Año de la Familia bajo el tema "Familia: mira a Jesús que te mira", y unir esfuerzos con los fieles católicos para trabajar a favor de ella y de la vida.
A través de un mensaje emitido por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) en el marco de la celebración litúrgica de la Sagrada Familia, los Prelados señalaron que "nos damos cuenta cómo estos cambios han influido en cada persona, especialmente en el hombre y la mujer de hoy día, quienes reciben como solución a sus problemas cotidianos propuestas seductoras que en diversa medida comprometen la verdad y la dignidad de la persona humana, afectando naturalmente a la familia".
Explicaron que estos procesos de cambio que incluyen campañas abortistas producto del "egoísmo y el individualismo de sus integrantes que no asumen sus roles familiares, adoptando y eligiendo estilos de vidas, movidos por modelos extraños, que contradicen su propia realidad, verdad y moralidad" han ocasionado que se pierda en la sociedad el "protagonismo" de la familia.
"Deseamos que en este año 2014 todos seamos autores y agentes de la familia, es decir misioneros de Jesucristo evangelizando durante todo el año, para alcanzar las metas de tener hogares cristianos organizados, catequizados y unidos, para un mejor servicio a todas y cada una de las familias de Nicaragua", indicaron.
Los Obispos expresaron que estos cambios contradicen el Evangelio y son causantes del aumento de "divorcios, madres y padres solteros, violencia intrafamiliar, desempleo, inseguridad, alcoholismo, drogas, prostitución, enfermedades de transmisión sexual, vacío espiritual, insatisfacción, crisis de valores humanos, morales y cristianos".
Exhortaron también a todos los fieles nicaragüenses a asumir el reto y unir esfuerzos en la evangelización de las familias, así como promoverlas y acompañarlas en "su desarrollo humano, espiritual, y en todo lo que pueda ayudar para revitalizarlas en su entorno social y cultural que la nación necesita".
Al concluir el mensaje, los Prelados de la CEN imploraron para las familias la protección a Dios Padre e Hijo así como de la Santísima Virgen María, para que "sean auténticas Iglesias domésticas, santuario de vida, célula básica y vital de la sociedad, taller de humanidad, en las que se acoja y defienda, se eduque y se promueva la vida".