El Gobierno de España ha condenado "enérgicamente" los atentados dirigidos contra los fieles que celebraban en iglesias de Irak la Navidad y que acabaron el miércoles con la vida de más de 30 personas, al tiempo que ha confiado en que el pueblo iraquí "pueda poner freno a la espiral de violencia".
"España condena enérgicamente los atentados terroristas que golpearon ayer Irak y que, dirigidos contra iglesias en las que los fieles celebraban la Navidad, acabaron con las vidas de más de treinta personas, causando además numerosos heridos", ha afirmado, en un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores.
"El Gobierno de España envía sus condolencias más sentidas a los familiares de las víctimas y a las autoridades y pueblo iraquíes, que se ven afectados con alarmante frecuencia por atentados irracionales e inhumanos que no encuentran justificación posible", ha asegurado el departamento que dirige José Manuel García-Margallo.
El Gobierno ha reiterado su "apoyo" a Irak "en estos duros momentos en los que la violencia amenaza con destruir la tolerancia como principio básico para una sociedad que conviva en paz y prosperidad". "España manifiesta su deseo de que el pueblo iraquí pueda poner freno a la espiral de violencia y pase a prevalecer un clima de respeto entre las diversas confesiones religiosas que durante tanto tiempo han convivido en Irak", ha concluido.