El Obispo de Segovia (España), Mons. Ángel Rubio, ha insistido en que el aborto es un "crimen abominable", según palabras del Concilio Vaticano II, y ha considerado que esta práctica no es una decisión sobre la maternidad, sino sobre un hijo "indefenso".
"El hijo depende del seno de su madre y, por tanto, no es cuestión sólo de ella. Ese embrión, esa vida hay que defenderla y respetarla", ha manifestado este lunes durante un desayuno informativo celebrado en el Obispado para hacer balance del año que termina.
En declaraciones recogidas por Europa Press, el Prelado ha incidido en que el embrión es un derecho anterior al Estado. "Está antes la vida que el Estado", ha zanjado.
Este asunto ha centrado en otras ocasiones las manifestaciones de Mons. Rubio. En una carta pastoral difundida el pasado mes de abril, lamentó que el aborto se haya convertido en un "negocio" que mueve alrededor de 50 millones de euros en España.
En ella recordó que en el país se practican cada año más de 100.000 abortos, que son causa de la muerte de 300 niños cada día, según las cifras de la Plataforma 'Sí a la Vida'.
Tildó además de "incalificable" que sectores proabortistas rechacen a los hijos no deseados alegando que éstos se convierten en un grave problema doméstico y social" y opinó que, por esa misma regla, se podría "aniquilar" a todo el que molesta o supone una carga social.
Homosexualidad
Sobre la homosexualidad, preguntado por los periodistas, ha considerado la necesidad de que en ciertos casos se estudie bien la realidad de las personas con esta orientación sexual y reciban tratamiento. Se trata ha dicho, de situaciones "llamativas".
Mons. Rubio ha recordado que el Catecismo de la Iglesia Católica hay una recomendación particular dirigida a los sacerdotes confesores que establece que se trate a los homosexuales con especial atención y se muestren con ellos "compasivos y misericordiosos".
El Obispo ha apuntado que algunas personas homosexuales han acudido a él para hablar de su situación psicológica y relatar cómo viven su "lucha interior". Al hilo de ello, ha señalado que no han acudido para confesarse, si bien ha matizado que éstas también se acercan a la Iglesia a expresar sus pecados.
"Los homosexuales también se confiesan, como lo hacemos los que somos heterosexuales, aquí pecamos todos, contra un mandamiento o contra otro", ha apostillado.
Según ha agregado, también ha escuchado en el confesionario a heterosexuales que planteaban problemas por el esfuerzo y el sacrificio que le suponía la virtud de la castidad.