La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), creada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), consideró un acto irresponsable la reciente legalización de la venta de marihuana en Uruguay, promovida por su presidente, José Mujica, y advirtió que se están violando tratados internacionales.
En un comunicado emitido hoy desde Viena (Austria), la JIFE advirtió que "la ley que legaliza la producción, venta y consumo de cannabis (marihuana) para propósitos no médicos aprobada ayer en Uruguay, contraviene la Convención Única sobre Drogas Narcóticas de 1961, de la que Uruguay es miembro".
Raymond Yans, presidente de la JIFE, señaló que se encuentra "sorprendido de que un cuerpo legislativo que ha avalado una ley y acuerdos internacionales, y un gobierno que es un socio activo en la cooperación internacional y en el mantenimiento del estado de derecho internacional, conscientemente decidió romper las disposiciones legales internacionalmente aprobadas e internacionalmente acordadas del tratado".
Yans recordó que "el principal propósito de la Convención Única de 1961 es proteger la salud y el bienestar de la humanidad".
La marihuana, señaló, "está controlada bajo la Convención de 1961, que requiere que los Estados miembros limiten su uso a propósitos médicos y científicos, debido a su potencial para producir dependencia".
"La decisión de los legisladores uruguayos no tiene en cuenta sus impactos negativos en la salud, ya que los estudios científicos confirman que el cannabis es una sustancia adictiva con graves consecuencias para la salud de las personas. En particular, el uso y abuso de cannabis por parte de los jóvenes pueden afectar gravemente a su desarrollo".
La JIFE explicó que la marihuana "no solamente es adictiva, sino que también puede afectar algunas funciones fundamentales del cerebro, como el potencial de coeficiente intelectual, y rendimiento académico y laboral, y afectar las habilidades de manejo".
"Fumar cannabis es más carcinogénico (produce cáncer) que fumar tabaco", advirtió el organismo en su comunicado.
Raymond Yans expresó por ello su desazón porque "la evidencia científica disponible, incluyendo la presentada a los comités parlamentarios por la comunidad científica del propio Uruguay, no fue tomada en consideración por los legisladores".
El supuesto propósito esgrimido por los legisladores, así como por el presidente José Mujica, de reducir el crimen con la legalización de la marihuana, advirtió Yans está "basado en supuestos bastante precarios y sin fundamento".
La decisión promovida por Mujica, que también promovió la legalización del aborto y del mal llamado "matrimonio" gay en Uruguay, "no protegerá a los jóvenes sino que tendrá el efecto perverso de alentar la experimentación temprana, reduciendo la edad del primer uso, y por tanto contribuyendo al desarrollo de problemas y al inicio más temprano de adicción y otros desórdenes".
Los directivos en pleno de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes lamentaron "que el Gobierno de Uruguay no respondió a la JIFE para entablar un diálogo previo a un nuevo examen de la ley".
"La JIFE reitera su llamado al Gobierno de Uruguay para colaborar con la Junta con una visión de asegurar que Uruguay continúe respetando e implementando los tratados de los que es miembro", finalizó el comunicado.