El Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Estanislao Rylko, advirtió el riesgo de caer en la trampa de ser "cristianos invisibles" que se dejan arrastrar por la cultura dominante hasta el punto de esconder su fe en público.
"Hoy día asistimos a una difusión cada vez mayor de un laicismo fuerte y combativo que quiere encerrar toda religión en el ámbito estrictamente privado. 'Sé cristiano si quieres, pero no lo hagas ver en público', es cuanto nos pide la cultura dominante. Pero si respondemos a este pedido nos hacemos cristianos invisibles, somos como la sal que pierde su sabor o como la luz escondida que no brilla", denunció el Cardenal Rylko.
En una reflexión posterior al seminario "Dios confía el ser humano a la mujer" celebrado en el Vaticano y difundido en el sitio web del Pontificio Consejo para los Laicos, el Purpurado explicó que "se trata de la actitud que asumimos los cristianos cuando aceptamos de manera acrítica las afirmaciones que nos propone la cultura hodierna perdiendo así la audacia de ser lo que somos".
Advirtió que si los cristianos se dejan arrastrar por la corriente "nos convertimos en una suerte de mala copia de nosotros mismos, en lugar de ser testigos valientes de nuestra identidad cristiana".
La autoridad vaticana afirmó que los fieles deben estar presentes en todos los ámbitos de la vida, pero no apuntarse a todo tipo de corriente, reconociendo aquello que no concuerda con la coherencia del cristianismo.
"A veces llegamos a creer que las varias corrientes antropológicas de la postmodernidad son la palabra última y decisiva de la historia. Y cuando nosotros los cristianos prestamos nuestros oídos a este tipo de mensajes corremos el gran peligro de ceder a la desconfianza, y aún peor cuando asumimos tales mensajes como nuestros y nos comportamos en consecuencia", lamentó.
En este sentido, el Cardenal polaco indicó que a veces los cristianos no alzan la voz en el tiempo debido y que esta fragilidad no debe llevarles a rendirse ante los desafíos que la sociedad moderna y el mundo actual plantean.
"Creo que este es uno de los desafíos fundamentales que hoy los cristianos estamos llamados a afrontar: ser profundamente discípulos de Cristo, ser hombres y mujeres fieles al mensaje que Cristo nos ha dejado", añadió.
"Es aquí que se coloca la invitación insistente del Papa Francisco a ser cristianos que tienen la valentía de ir contra la corriente. Ésta es una de las tareas principales que cada uno de nosotros recibe al terminar este Seminario de estudio: no alinearse al coro de la postmodernidad, sino tener la valentía – repito – de ser auténticos cristianos", concluyó.