El Arzobispo de Rosario (Argentina), Mons. José Luis Mollaghan, en un intento de buscar una solución al conflicto policial iniciado en la noche del viernes, exhortó a las autoridades de gobierno y los integrantes de la fuerza de seguridad a que "tengan un gesto de grandeza, que se escuchen y respondan con serenidad, sin arrebatarse, y traten de llegar a un acuerdo".

"Es evidente que a medida que pasan las horas, la preocupación crece porque falta la presencia policial en las calles, aunque haya llegado Gendarmería y brinden custodia y protección", reconoció en declaraciones radiales al hacer referencia a la posibilidad de saqueos por la falta de efectivos en las calles.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

El Prelado también consideró que "hay que conocer la realidad de la vida policial, que va más allá de un salario justo. Hay gente muy buena trabajando en la policía, padres de familia que necesitan ser escuchados, y a veces cargamos las tintas sólo en las cosas que no salen bien, con lo cual hacemos más difícil el arribo de una solución mediante el diálogo".

Por último, Mons.r Mollaghan insistió en pedirles a los policías que "dialoguen, que no se cierren a los ofrecimientos y a las propuestas que están haciendo las autoridades", y al gobierno que "se comprometa a responder a los reclamos de los policías y que tenga una presencia más cercana a las necesidades de los policías".

Negociaciones

Mons. Mollaghan participó junto al ministro de Gobierno Rubén Galassi, el contador Gustavo Asegurado, el senador Armando Traferri, el abogado que representa a los policías de Rosario y Luis Alfredo Tomasevich, de la reunión de anoche con doce policías en la sede rosarina de la Gobernación de Santa Fe en la que se logró acercar posiciones.

Sin embargo, no había acuerdo aún y los uniformados dijeron que no levantarán el paro, aunque analizaban un pedido de la provincia para flexibilizarlo mientras esté abierto el diálogo.

El Arzobispo invitó en la reunión escuchar el reclamo de los policías sin olvidar el clamor de la sociedad por la concordia. "Para ello acudimos al diálogo sereno y con el deseo de escuchar la propuesta del otro. Cada reunión ya es un paso importante", dijo.