La agencia vaticana Fides informó que en Pakistán cuatro cristianos han sido acusados de blasfemia que en un mes y ya preocupa la tendencia de inventar injurias contra el Corán para atacar a esta minoría religiosa.
Como se sabe, la aplicación de la Ley de Blasfemia puede suponer el juicio inmediato y una condena a muerte o prisión para quienes ofendan el credo musulmán.
Según informaron sacerdotes y activistas de la zona, la incidencia es cuatro veces más alta que el promedio mensual registrado en los últimos dos años y documentado por el informe de la Comisión "Justicia y Paz" de los Obispos Católicos del país.
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal de Pakistán para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán, que sea denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales.
Además, las acusaciones serían claramente falsas y esto confirmaría que la blasfemia es utilizada como un "instrumento de venganza" en litigios privados, incluso para atacar a las minorías religiosas.
Uno de los casos es el registrado el pasado octubre en Wazirabad, Punjab, donde Tariq y Arif Masih, dueños de una tienda de fuegos artificiales, fueron denunciados de blasfemia por un grupo de musulmanes. Los acusadores querían vengarse porque un grupo de fuegos artificiales que les vendieron no se había encendido.
Unos días antes, en Faisabad, dos estudiantes musulmanes denunciaron a una mujer cristiana de 50 años asegurando que había quemado páginas del Corán, cuando en realidad se trataba de un libro de texto en árabe.
El 8 de octubre, el pastor cristiano protestante Adnan y dos fieles, Arfan y Mushtaq Masih, residentes de Lahore, fueron denunciados formalmente por "blasfemia". Según la acusación, los tres habrían escrito y pronunciado comentarios despectivos sobre el Islam y el libro "Porque nos hemos convertido en musulmanes", escrito por un líder extremista musulmán.
Otro caso se registró contra el cristiano Asif Parvaiz en Lahore, el pasado 25 de septiembre. Según el informe policial, Asif habría enviado un mensaje de texto a un conocido insultando el Islam, el Corán, los musulmanes y el Profeta Mahoma.
Pocos días antes, el pasado 23 de septiembre, en la metrópoli de Karachi, incitados por una supuesta "blasfemia", miles de musulmanes saquearon el barrio cristiano "Michael Town". Las casas de más de 300 familias cristianas fueron devastadas y quemadas.
En Pakistán, los cristianos y católicos constituyen la clase social más baja en un país donde el 98 por ciento de población es islámica.