La tarde de ayer el Papa Francisco presidió el rezo de las Vísperas y la adoración al Santísimo Sacramento en el monasterio benedictino de las religiosas camaldulenses en ocasión de la Jornada de la Vida Contemplativa y en el marco del Año de la Fe. El vaticanista italiano Sandro Magister explica las razones por las que el Santo Padre eligió este lugar.
En su blog del diario Espresso, Magister señala que el Papa Francisco tiene una gran admiración por una religiosa que ingresó a este lugar el 21 de noviembre de 1945 y que vivió aquí durante 40 años, "comiendo solamente pan y agua y durmiendo sobre un simple catre".
"Se llamaba Nazarena Crozza e irradió una intensa aura de santidad. Sobre ella se ha escrito un par de libros, uno también en inglés. Entre sus amigos más cercanos estaba el benedictino y cardenal Agostino Mayer. Al Papa Francisco las religiosas le ofrecieron varias cartas que ella escribía a su padre espiritual, de las que se evidencia la fuerza de la fe y su vida dedicada a la Iglesia", relata Magister.
El vaticanista italiano explica que hay otras dos razones que explican la fascinación del Papa por este lugar: "la primera es la fila constante de pobres, unos 80, que todos los días reciben el almuerzo servido por las monjas".
El segundo es la lectio divina sobre el Evangelio del domingo, que desde hace 30 años las monjas "abren cada sábado a las 18:00 a las personas que quieran tomar parte, que son siempre entre 60 y 80".
El sacerdote que dirige esta lectio –una oración clásica de la Iglesia en la que se medita una pasaje bíblico y se busca una resolución concreta para la vida– es el Padre Innocenzo Gargano, del vecino monasterio camaldolense de San Gregorio al Celio, y la abadesa Michela Porcellato, que es "de hecho la madre general de unos 15 monasterio esparcidos por todo el mundo", hasta en Tanzania (África), en donde hay un centenar de religiosas.