El Papa Francisco recibió a seis miembros del Comité Latinoamericano de Líderes Religiosos de Religiones por la Paz, y reiteró su condena al antisemitismo, señalando que "la agresión no puede ser un acto de fe", en referencia a la agresión verbal de un grupo de personas identificadas como lefebvristas contra los judíos que el 12 de noviembre fueron a la Catedral de Buenos Aires para conmemorar un año más de La Noche de los Cristales Rotos.
"La prédica de la intolerancia es una forma de militancia que debe ser superada", añadió el Pontífice. Estas palabras fueron valoradas por el director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Claudio Epelman, quien participó del encuentro y destacó que "el Papa nunca deja de sorprendernos con su sensibilidad y el profundo interés que muestra por sus interlocutores".
"Con este encuentro, el Papa ha puesto de manifiesto, una vez más, su firme compromiso personal para la construcción de puentes entre las religiones y para trabajar junto a todos nosotros para asegurar la paz", subrayó.
Además del director ejecutivo del CJL, también participaron el Arzobispo de Aparecida (Brasil), Cardenal Raymundo Damasceno; así como el argentino Mohamad Hallar, de la Organización Islámica para América Latina; el venezolano Samuel Olson, de la Alianza Evangélica Latinoamericana; Felipe Adolf, presidente de la Conferencia Latinoamericana de Iglesias Protestantes; y el peruano Elias Szczytnicki, secretario de Religiones por la Paz.
El 12 de noviembre un grupo de personas identificadas como "lefebvristas" intentó impedir rezando el Rosario y el Padrenuestro a los gritos, con una actitud provocadora, la conmemoración por los 75 años del pogrom alemán conocido como "Kristallnacht", que dio inicio a la persecución y exterminio de los judíos en el régimen nazi.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes acompañados por dos sacerdotes y adultos, también repartieron volantes con la leyenda "Fuera adoradores de dioses falsos del templo santo".
Luego decidieron abandonar la Catedral para permitir el inicio de la conmemoración con la presencia del Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Mario Poli, el rabino Abraham Skorka y representantes de otras confesiones cristianas.