Más de 700 personas relacionadas a la pastoral de salud procedentes de 57 países de los cinco continentes se darán cita en el Vaticano para participar de la próxima 28 Conferencia Internacional del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios que este año lleva como tema: "La Iglesia al servicio de la persona anciana enferma: el cuidado de las personas afectadas por patologías neurodegenerativas".
El Presidente del Dicasterio de la Pastoral de la Salud, Mons. Zygmunt Zimowski, señaló que el objetivo de este evento a realizarse del 21 al 23 de noviembre, es "mejorar, en la medida de lo posible, la asistencia sanitaria de cara al servicio pastoral de los enfermos y de los que sufren".
Mons. Zimowski explicó que se eligió el tema de este año teniendo en cuenta su importancia "tanto presente como futura, las exigencias que se derivan también en términos de pastoral, y la necesidad, como ha reiterado varias veces el Papa Francisco, de hacer que la sociedad sea más inclusiva para que los sectores más débiles de la población se inserten, respeten y valoren plenamente".
Los participantes conformados por investigadores, médicos, profesionales, voluntarios, personal eclesiástico, sanitario, y expertos de la asistencia de personas ancianas, tendrán momentos de reflexión, diálogo e intercambio de conocimientos y experiencias, así como también espacios de oración.
La conferencia iniciará con la Celebración Eucarística en el altar de la Cátedra de San Pedro y el último día culminará con la audiencia con el Santo Padre.
Entre los temas que se verán en la conferencia están la Investigación y cuidados: utilidad actual y perspectivas, el anciano afectado por enfermedades neurodegenerativas, enfermedades neurodegenerativas y lugares de atención: entre el hospital y el territorio, y las acciones preventivas y ventajas potenciales del progreso tecnológico.
Además en las últimas sesiones se enfocará en lo eclesial con temas como la perspectiva teológica y pastoral y la acción de la Iglesia.
El Prelado indicó que últimamente crecen las formas de demencia senil, como el Alzheimer, más del 50 por ciento, y afectan a más de 35 millones de personas en todo el mundo y aumentan al ritmo de 7 millones de casos nuevos al año.
"Según esas estimaciones, en 2030, los enfermos podrían superar los 65 millones. El impacto de esas patologías es enorme: en la persona afectada, en su ámbito familiar, comunitario, y, con más amplitud, social y nacional", afirmó.
Resaltó también que "hay muchas ofertas para ayudar a los ancianos a vivir bien su tiempo libre y muchas propuestas para que se sientan útiles, pero la evangelización es otra cosa. Evangelizar la ancianidad significa descubrir sus posibilidades internas y originales y los valores que son sólo propios de ella. Se trata, ante todo, de una cuestión de significado, no de cosas o actividades".
"Mediante la solidaridad entre jóvenes y ancianos se comprende cómo la Iglesia sea efectivamente familia de todas las generaciones. Cuando la vida se hace frágil, en los años de la vejez, no pierde nunca ni su valor ni su dignidad: cada uno es querido y amado por Dios, cada uno es importante y necesario", expresó Mons. Zimowski.