El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, afirmó que el servicio y el acompañamiento al prójimo es parte de la vida diaria de la Iglesia, pues "las puertas de nuestros templos están abiertas a las necesidades de todos, y de modo muy especial a quienes pasan por situaciones difíciles como consecuencia del paro, la crisis económica o problemas familiares de diversa índole".
Así lo expresó en su carta pastoral titulada "La Iglesia con todos, al servicio de todos", y que es el lema del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra este 17 de noviembre en todo el país.
"Nuestras parroquias y comunidades saben que no es un mero eslogan, sino que es la verdad de lo que ocurre en la vida cotidiana. Es cierto que quienes acuden a la Iglesia son en su mayoría cristianos, pero las puertas de nuestros templos están abiertas a las necesidades de todos, y de modo muy especial a quienes pasan por situaciones difíciles como consecuencia del paro, la crisis económica o problemas familiares de diversa índole", afirmó.
El Cardenal Rouco Varela recordó que "siempre ha sido así. Desde sus orígenes, la Iglesia ha hecho suyas las situaciones de la humanidad y se ha sentido llamada a paliarlas con el anuncio del Evangelio y con la fuerza de la caridad. A su manera, y consciente de que ese debe ser su modelo permanente, imita al Señor, que lavó los pies de sus discípulos y vive en medio de ella como quien sirve".
En ese sentido, afirmó que "ayudando a la Iglesia ayudamos a todos. Nuestra aportación, que comienza con la oración personal y comunitaria, se hace testimonio vivo de fe en la Paternidad de Dios cuando nos reunimos para celebrar los misterios de Cristo en la liturgia y para poner en común parte de nuestros bienes al servicio de los más necesitados". Y es que, según afirma, "no hay verdadera comunidad cristiana si falta la oración común, la escucha atenta de la Palabra de Dios y de nuestros pastores, la eucaristía y la caridad".
"Es precisamente este testimonio de ser un solo corazón y una sola alma el mejor programa misionero, capaz de tocar el corazón de quienes no creen", indicó, y por eso invitó para que en este Año de la Fe y de la Misión Madrid, todas las parroquias y comunidades cristianas se pongan "al servicio de todos proclamando el Evangelio y dando testimonio de caridad".
Finalmente agradeció a los españoles "por vuestra generosidad, probada en tantas ocasiones" y ha pedido que se siga colaborando "generosamente para que nuestra Iglesia sea siempre un signo vivo de la fe en Aquel que no vino a ser servido, sino a servir y a dar la vida por todos, Jesucristo, el Señor".