El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan Antonio Martínez Camino, ha criticado la ideología del progreso, que pretende "sustituir a Dios y la salvación por el progreso" aunque ha aclarado que esto es diferente del progreso mismo, sobre el que la Iglesia se encuentra a favor.
Durante la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública, que se celebrará los días 15, 16 y 17 de noviembre en la Universidad CEU San Pablo, Mons. Martínez Camino se ha mostrado sorprendido de que en una sociedad del "bienestar sanitario y la sobreabundancia material, a pesar de la crisis económica", la población esté disminuyendo, de forma que el número de nacimiento de españoles "no es capaz de compensar el número de muertes".
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De hecho, ha precisado que ahora "a los niños no se les permite nacer" e incluso "a veces, se les quita la vida" y ha añadido que, por su parte, los mayores temen a la soledad "hasta el punto de que desearían planificar una muerte a tiempo que les liberara de la desesperación".
Además, ha destacado que tampoco a los jóvenes se les da motivos para vivir con esperanza siendo el suicidio, según ha señalado, "la primera causa de muerte en los jóvenes por delante de los accidentes tráfico". Además, ha destacado que "el recurso a las drogas y estupefacientes y la diversión sin sentido son síntomas" de la ausencia de las ganas de vivir.
"¿Por qué esa debilidad existencial? ¿Cómo es posible que culturas como las nuestras, creadoras y usufructuarias del progreso parezcan que están preparándose para poner fin a su propia historia?", se ha preguntado para, a renglón seguido, responder que el problema es que la cultura actual "dominante" de Europa en los últimos siglos "ha pretendido sustituir a Dios por el progreso".
La terapia para este diagnóstico de "falta de esperanza", según ha puntualizado, es "acoger a Dios vivo".
En este sentido ha apuntado que "el Papa Francisco es ya de por sí un motivo de esperanza para la Iglesia y toda la humanidad, para la opinión pública en general" porque "habla de la misericordia de Dios con mucho énfasis".
Se sustituye a los sacerdotes por científicos
Sobre el progreso, ha precisado que la ciencia hizo posible desde el descubrimiento de América hasta el viaje a la Luna y que la Iglesia está a favor del progreso. El inconveniente, según ha añadido, es que la ciencia se ha apoderado del cosmos, de la tierra, de la biosfera, de la sociedad e incluso del ser humano, hasta el punto de que incluso se "producen" hijos y que se ha "sustituido" a los sacerdotes por los científicos.
La "ideología del progreso", que según ha lamentado es "la locura dominante en amplios sectores de la vida occidental moderna", es un modo de pensar "irreal, ideológico, en el sentido negativo de la palabra" que "hace del progreso un sustituto de la salvación".
Precisamente, ha recordado que, cuando se cumplen 25 años de la caída del Muro de Berlín, "cada vez resulta más claro que la utopía comunista no fue sino una variante especialmente cruel de la ideología del progreso, que anidaba ya en el pensamiento del filósofo Descartes" y de la que "arranca la antropología inmanentista que se encuentra en la base tanto del proyecto liberal como del proyecto socialista (sin referirse a ningún partido)".