El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. Juan José Asenjo, publicó su carta pastoral titulada "Cofrades bien informados" en la que llamó a las hermandades y cofradías dar a sus miembros una profunda formación católica.
En su carta, Mons. Asenjo destacó que "estas instituciones brindan a los pastores de la Iglesia un ingente potencial religioso y evangelizador, pues son para muchos de sus miembros, lo mismo que la Iglesia, sacramento de Jesucristo, es decir, camino, medio e instrumento para el encuentro con Dios".
En ese sentido, recordó las palabras del Papa Francisco en su encuentro con las hermandades de todo el mundo el pasado 5 de mayo, en las que afirmó que en ellas la Iglesia tiene un tesoro, pues son un espacio de "encuentro con Jesucristo".
Por eso, el Arzobispo de Sevilla recordó a los "Hermanos Mayores, Juntas de Gobierno y Directores Espirituales, la esencial dimensión religiosa de estas corporaciones" y les pidió que "custodien con mimo sus mejores esencias, entre ellas la comunión con la Archidiócesis y la parroquia".
También subrayó la importancia de "que mantengan con claridad y sin equívocos su clara identidad religiosa y que no consientan que la dimensión social o cultural, de suyo relativa y secundaria, prevalezca sobre lo que debe constituir el corazón de estas instituciones, que son, ante todo, asociaciones públicas de fieles con una finalidad muy clara, el culto, la santificación de sus miembros, el apostolado y el ejercicio de las obras de caridad".
El Arzobispo de Sevilla recordó también las palabras de Benedicto XVI en su encuentro con las hermandades de Italia en el año 2006, donde afirmó que "son escuelas de vida cristiana y talleres de santidad".
Por eso, Mons. Asenjo pidió custodiar estos valores, porque desvirtuarlos será "abrir la compuerta a la secularización interna, un mal fatal que todos hemos de tratar de conjurar".
Advirtió que si la primera preocupación de las hermandades no es la santificación, el amor a Jesucristo y a su santa Iglesia y la comunión fraterna, "de poco servirían vuestros cultos esplendorosos y la belleza de vuestras procesiones". "Estaríamos ante un enorme tinglado de cartón, piedra, detrás del cual sólo existe el vacío", señaló.
Para evitarlo, el Arzobispo de Sevilla propuso la formación del cofrade, porque "sólo se ama lo que se conoce". En el mundo actual, señaló, "se hace más necesaria que nunca la formación doctrinal sólida en las verdades de la fe".
"Desde hace décadas la cultura europea se está deslizando hacia una especie de apostasía silenciosa por parte del hombre autosuficiente, que vive como si Dios no existiera", advirtió el Prelado. Indicó que para evitarlo "el apostolado de los laicos es insustituible. Su testimonio de fe es particularmente elocuente y eficaz, porque se da en la realidad diaria y en los ámbitos a los que un sacerdote no puede acceder o accede con dificultad" y puso como ejemplos el mundo de la política, de la economía y la entera vida pública, en donde los laicos deben dar un testimonio valiente de los valores cristianos.
Por eso pidió a los responsables de las hermandades y cofradías de la Archidiócesis que aprovechen especialmente el Itinerario de Formación Cristiana para Adultos, que ha publicado la Conferencia Episcopal Española y organicen encuentros periódicos, charlas, conferencias o círculos de estudio para profundizar en los misterios de nuestra fe.