El Arzobispo de Cracovia (Polonia), Cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario personal del Papa Juan Pablo II durante más de 40 años, aseguró que el futuro santo nunca supo la verdad sobre la vida inmoral que llevaba el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
"Lo sé yo también, pero razonando a posteriori, que el Santo Padre nunca debió haber recibido a ese individuo. Pero Juan Pablo II cuando lo encontró ¡no sabía nada, absolutamente nada!", dijo el Cardenal, en declaraciones compiladas en el libro-entrevista "He vivido con un santo", escrito por el periodista Gian Franco Svidercoschi.
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Según explicó el Arzobispo de Cracovia, para Juan Pablo II Maciel "¡era todavía el fundador de un gran orden religiosa y basta, ninguno le había dicho nada! ¡Ni siquiera de los rumores que corrían!".
En los últimos años de su vida, surgieron diversos informes que revelaron la doble vida que llevaba Marcial Maciel, con hechos que comprendían el abuso sexual, hijos secretos e incluso adicción a drogas.
En 2006, Benedicto XVI determinó que Maciel se abstuviera de ejercer el ministerio sacerdotal públicamente, y fue conminado a "una vida de oración y penitencia". El fundador de los Legionarios de Cristo falleció el 30 de enero de 2008.
El Cardenal Stanislaw Dziwisz explicó que la lenta reacción ante las denuncias de abusos se debió a la burocracia en el Vaticano.
"Son, por desgracia, las consecuencias de una estructura aún extremadamente burocrática", lamentó.
El Arzobispo de Cracovia explicó los reparos de Juan Pablo II al marxismo en la teología de la liberación, pues "el marxismo, que sostiene la lucha de clases, una revolución violenta, no podía ciertamente ser adoptado como solución a los males en América Latina".
"Existía el peligro, muy realista, que la medicina pudiese demostrarse más dañina que la enfermedad misma", dijo.
"Al mismo tiempo es verdad que Juan Pablo II aprobó expresamente una teología de la liberación en el signo de la opción por los pobres, es decir de la gran elección evangélica cumplida por la Iglesia latinoamericana", puntualizó.
El ex secretario personal de Juan Pablo II reveló que el beato, próximo a la canonización, reflexionó durante mucho tiempo sobre una posible renuncia al pontificado.
"Sobre la renuncia el Papa examinó los textos dejados por el Papa Montini (Pablo VI), consultó los más estrechos colaboradores, entre ellos el Cardenal Ratzinger. Estableció también un especial procedimiento para la dimisión, en el caso no estuviese más en capacidad de desarrollar su ministerio", dijo.
Al final, señaló el Cardenal Dziwisz, "como había siempre hecho en su vida, Karol Wojtyla se sometió a la voluntad del Señor: iba a permanecer hasta que él lo hubiese querido".