El Obispado de San Luis (Argentina), liderado por Mons. Pedro Daniel Martínez Perea, expresó su dolor por la profanación sufrida por la Catedral de Mar del Plata el 29 de octubre, pidió "el arrepentimiento de los autores de tan grave sacrilegio" y convocó a los fieles para diversas oraciones como reparación y desagravio.
El 29 de octubre, la Catedral de Mar del Plata fue encontrada profanada, pues el altar fue utilizado como letrina y su mantel "como elemento de aseo".
El Obispado de San Luis indicó en su mensaje que "la dolorosa noticia del hecho vandálico ocurrido recientemente en la Cripta de la Iglesia Catedral de Mar del Plata es repudiado no sólo por los fieles católicos sino también por la sociedad civil".
"Profano es lo común, corriente o accesible a todos y se distingue de lo sagrado que está reservado a Dios, trascendente y separado del uso corriente. Es decir, algo que es 'propiedad' de Dios. La profanación es tratar lo sagrado (lugar, tiempo o persona) sin el respeto que merece y contaminarlo con inexplicables ofensas".
Por ello, señaló la diócesis argentina, "lo ocurrido en la Iglesia Catedral de Mar del Plata no sólo es un acto repudiable en sí mismo, sino sobre todo fue una profanación del altar donde se celebra el sacrificio de la Santa Misa y que usaron como baño público".
"Esta gravísima ofensa a Dios y a la Iglesia Católica suscita en todos nosotros la necesidad de repararla. Por ello, se exhorta a los fieles de San Luis para que, durante el mes de noviembre, ofrezcan oraciones y visitas a Jesús Sacramentado, particularmente en las capillas de adoración de la Diócesis, y que en las Parroquias se realicen actos públicos de reparación y desagravio".
El Obispado argentino pidió también a los fieles sus oraciones "para pedir a Dios que proteja nuestras Iglesias y a sus fieles de los públicos ataques que se extienden cada vez con mayor virulencia".