El Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, Cardenal Gianfranco Ravasi, asistió recientemente en España al congreso organizado por la Universidad San Dámaso y la Delegación Episcopal de Medios de Comunicación, sobre "La mirada de la Fe en el Cine", en el cual afirmó que la fe y la cultura van necesariamente unidas.
"La relación entre la Fe y la cultura es una relación estructural, porque la fe no es una experiencia intimista o espiritual sino que es una experiencia global de la persona", explicó el Purpurado italiano. Precisó también que "la relación entre la fe y la cultura es la relación en la atmósfera contemporánea en su belleza, grandeza y también en su miseria".
En declaraciones a varios medios, el Cardenal explicó que existe una profunda relación de fraternidad entre el cine y la fe, a pesar de que en muchas ocasiones ha tenido caminos separados, pero tienen "una base común. El cine utiliza la imagen y la palabra y éstas son fundamentales para la religión cristiana".
Y es que según dijo el Cardenal Ravasi, "actualmente el concepto de cultura es antropológico transversal y la fe es también antropológica y transversal, por lo que ambos deben encontrarse de manera necesaria".
Sobre la relación entre la Fe y la Cultura, en este caso con el cine, el Purpurado afirmó que el tema religioso ha sido recurrente en el mundo del cine, aunque no siempre el tema ha sido tratado con calidad.
"Mirando de manera global el cine contemporáneo, europeo y americano, éste ha perdido muchas dimensiones específicamente religiosas, en especial las más explícitas pero en algunos casos ha sido una suerte. Porque pensemos en tantas películas bíblicas del pasado que a pesar de la buena voluntad no tenían ninguna calidad estética y ninguna calidad religiosa", dijo el Cardenal.
Dijo que precisamente ahora es el momento histórico en el que el cine europeo y americano se están interrogando más por las grandes preguntas de la vida, la muerte, la violencia, el mal, los dramas de la sociedad, el amor, las relaciones entre las personas entre los pueblos.
El presidente del Pontificio Consejo para la Cultura tomó el cine de Luis Buñuel, conocido por su crítica a la Iglesia, para explicar que "también cuando trata polémicamente las cuestiones religiosas, esta crítica era útil para la Iglesia, era fecunda".
"Tenemos que estar atentos a no juzgar los elementos blasfemos que se encuentran como si fueran negaciones, porque a veces reflejan nostalgia, son el deseo de encontrar algo que se ha perdido y por eso critican", explicó.
Indicó que "el cine es una gran vía para conocer la temperatura, el pulso de la sociedad en lo bueno y en lo malo", porque cuando no aparece el tema religioso o moral en el cine es porque en la sociedad tampoco está presente, algo que -según el Cardenal-, muestra que "la gran enfermedad de nuestro tiempo no es tanto la inmoralidad, sino la amoralidad, la ausencia total de ésta".
Asimismo, la autoridad vaticana señaló que los católicos siempre deben abordar los temas fundamentales así tengan el escenario en contra. "Hay que lucharla aunque sea en posición de minoría", afirmó.
Recordó que cuando habló en Estocolmo en el palacio del premio Nobel, en el que "casi todos estaban en mi contra" porque eran luteranos o eran ateos secularizados, "mi posición era de favorito", explica el Cardenal, "porque era una figura extraña que todos querían escuchar, oír, juzgar".
"Ese es el reto que hay que asumir y especialmente cuando se habla de los grandes temas. Cuando se habla de los temas fundamentales, como es el sentido de la vida, qué es la verdad, el tema del amor, del mal... Ahí comienzan a sentir curiosidad sobre tu punto de vista", explicó el Cardenal.
Aseguró que los no creyentes piden a los católicos no tanto cuestiones políticas o controvertidas sino "sobre todo y en primer lugar, piden ver cuál es nuestra visión global de la vida" y "presentarles la verdad religiosa, el Evangelio, la trascendencia, el tema de Dios, el sentido de la vida visto desde un creyente explicado con la propia vida".
Algo que es el modo de hacer del Papa Francisco, que habla de la visión cristiana del hombre y del mundo. "Ahora el método de Francisco parte de la fe, de la religión, del amor, para después llegar a los demás temas", afirmó.