El Arzobispo Primado de México, Cardenal Noberto Rivera Carrera, reiteró su llamado para que los mexicanos ayuden o sigan ayudando a los miles de damnificados a causa de las inundaciones que han afectado algunas zonas de esa nación.
En la homilía de la Misa que presidió ayer en la Catedral de México DF., el Cardenal dijo: "queridos jóvenes -ahora me dirijo a ustedes- los desastres que está sufriendo nuestro País interpelan nuestra conciencia. No basta con enviar ayuda, hemos de ir al encuentro con México. Les hago un llamamiento especial a todos los jóvenes, hombres y mujeres de buena voluntad a ser voluntarios".
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El Purpurado señaló luego que "miles de comunidades reclaman su fortaleza, espíritu y generosidad. Queremos ayudarles a que eso que han pensado se realice, a que vayan y se comprometan directamente con ellos".
"También pido a las universidades, empresas, gobierno y sociedad en general unir fuerzas a largo plazo en beneficio de estos hermanos nuestros. Para esta semana próxima se ha convocado una rueda de prensa en la que se dará a conocer el camino para el encuentro con México, el encuentro con los más necesitados".
De antemano, dijo el Cardenal, "gracias por su generosidad. Hemos de hacer lo que nos corresponde y tú, joven, puedes hacer la diferencia".
El Arzobispo hizo esta exhortación en la homilía que dedicó a la obra misionera de la Iglesia, que comenzó con el Señor Jesús: "en los orígenes de la Iglesia había plena conciencia de que esta tarea era de toda la comunidad, la cual se sentía íntimamente ligada a los misioneros que enviaba, cerca o lejos".
"Había un intercambio continuo entre comunidad y misioneros, ya que el misionero no llevaba su fe personal sino la fe de la Iglesia. Este día y siempre debemos tener conciencia de que debemos sostener a nuestros misioneros con la oración constante, la práctica de nuestra fe y con nuestros bienes materiales".
La fe en la Iglesia, dijo el Cardenal, "circula como en vasos comunicantes: Si somos una comunidad viva, comprometida, practicante, nuestros hermanos que salen a anunciar la Buena Noticia se sentirán sostenidos y apoyados. Es cierto que no todos podemos salir, pero también es cierto que todos podemos hacer algo para que el Evangelio sea conocido".