En el lugar en el que hoy se levanta una cruz blanca de dos metros, en el Santuario de Santa Teresa de los Andes, en la localidad de Auco, se está comenzando a construir la que será la Cruz de Chile Misionera, que alcanzará los 12 metros de alto, con el mismo color blanco pero con una estrella azul y un listón rojo, que ondeará con el viento.
El origen del proyecto se encuentra en la misma localidad de Auco, donde la madre del donante de la obra Mariano Galdames, doña Julia Montenegro de Galdames, antes de morir le expresó su profundo deseo de que el Valle fuera consagrado por una gran cruz, como reflejo de su amor a Cristo y a su Iglesia.
"Mi madre siempre estaba preocupada de ayudar a la Iglesia y esto nació de la idea de que en estos cerros, que se ven tan pelados, ella dijo que le gustaría que se pusiera una cruz que pudiera tocarle el corazón a la gente que pasara por ahí", recordó Mariano Galdames.
Los trabajos ya están en marcha, y se espera que el próximo 19 de octubre, en el marco de la peregrinación al Santuario de Santa Teresa de los Andes, la primera etapa del proyecto reciba la bendición.
Se espera que la Cruz esté culminada para el tiempo Pascual de 2014.
El director ejecutivo de la Misión Continental en Chile, Rafael Silva, indicó que "este va a ser el lugar desde donde va a nacer y crecer esta cruz de 16 metros aproximadamente, que es el recuerdo de la Cruz Peregrina que está recorriendo en este momento todo el país".
Desde el impulso inicial en 2012 a la Misión Joven en Punta de Tralca, que contó con la presencia de todos los obispos y representantes de todas las diócesis del país, 27 cruces misioneras han recorrido Chile, como signo visible de los discípulos misioneros de Jesucristo.
Todas estas cruces serán simbolizadas en la Cruz de Chile Misionera.
Para moldear esta estructura, todas las diócesis de Chile enviaron cubos tallados en madera, en los que están grabados en relieve lo más significativo de la vida, cultura, y religiosidad en cada localidad.