El Gran Muftí de Arabia Saudita, Abdul Aziz bin Abdullah, señaló que "es necesario destruir todas las iglesias de la región" ya que esto estaría de acuerdo con la regla que establece el Islam como la única religión viable en la Península Arábiga.
Arabia Saudita es un país aliado de Occidente en la política mundial, y el Gran Muftí es el líder religioso más importante en el reino sunita y cabeza del Consejo Superior de Ulemas (eruditos islámicos) y del Comité Permanente para emitir fatwas (decretos religiosos).
El líder religioso hizo estas declaraciones a una delegación de Kuwait llegada a Arabia según informó la Agencia Fides.
Este tipo de pronunciamientos se han dado anteriormente por parte de otros funcionarios, como el del parlamentario de Kuwait, Osama Al-Munawer, que en su cuenta de la red social Twitter escribió el mes pasado que tiene la intención de presentar un proyecto de ley para prohibir la construcción de nuevas iglesias y lugares de culto no islámicos en su país.
En Arabia Saudita viven aproximadamente entre tres a cuatro millones de cristianos que así como el reino saudí ha financiado la construcción de cientos de mezquitas en Europa y Sudamérica, de la misma manera estos inmigrantes desea tener una iglesia en el país donde pueden ejercer su culto religioso.
El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Cardenal Fernando Filoni, consagró en junio pasado, la nueva iglesia de San Antonio en los Emiratos Árabes Unidos, cerca de Dubai y una nueva iglesia dedicada a San Pablo que está en construcción en Abu Dhabi.
El rey de Bahréin, Hamad bin Issa al-Khalifa, donó un terreno para la construcción de una Catedral Católica en este país donde el 80 por ciento de la población es musulmana y sólo el nueve por ciento son cristianos.
El Emir Amir Hamad bin Khalifa Al Thani, en los últimos años se ha convertido en el promotor de una política de diálogo interreligioso, a pesar de mantener en vigencia la ley islámica que impide a los musulmanes convertirse a otra fe.