El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, celebró el 6 de octubre la Santa Misa por la Solemnidad del Señor de los Milagros, en la que participaron miles de fieles católicos. Durante su homilía los animó a acompañar la procesión con una actitud de conversión y penitencia, el domingo 6 de octubre, en la Catedral de Lima.
"La primera salida significa para la Iglesia de Lima el darle al Señor el lugar de honor que se merece. Este mes morado es de penitencia y la procesión significa ese peregrinar cargando nuestra cruz a lado de Cristo y de María", expresó.
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El Cardenal Cipriani señaló que "en estas procesiones junto al Señor de los Milagros vemos muchas ilusiones y esperanzas. Es una maravilla que nunca nos cansemos de darle gracias al Señor por haber grabado en nuestro pueblo la fe en nuestros corazones".
El Arzobispo de Lima exhortó a no tener temor de defender la ley de Dios y de demostrar la fe con obras. Mencionó que la Iglesia es un lugar de encuentro con Cristo.
"No nos avergoncemos de ser católicos y de dar a conocer tu fe. El ser católico no es ser miembro de un club. La Iglesia no es miembro de una ONG. Es un encuentro diario con un Cristo vivo. Es un convertirse cada día procurando alejarse del pecado para estar con el Señor", indicó.
En otro momento, el Cardenal Cipriani exhortó a todos los fieles a acerarse al sacramento de la Confesión para reconciliarnos con Dios.
"Todos debemos en este mes limpiar nuestra alma y acudir a la confesión. Nuestra religión es una maravilla porque al pecador se le perdona y no se le condena", expresó.
El Arzobispo de Lima indicó que "en la Iglesia somos pecadores que amamos a Cristo y junto a su cruz le decimos que nos mire con misericordia. Y ese constante caer y levantarse es el camino que te lleva al cielo".
El Cardenal Cipriani recordó que el Señor de los Milagros nos pide a todos mostrar con obras nuestra fe, amando y respetando la Iglesia y a nuestro prójimo.
"No se ama al el Señor de los Milagros sino se ama a la Iglesia, al Papa y a sus pastores. La Iglesia siempre es pura, bella y santa; somos nosotros quienes pecamos y dejamos mal a nuestra Iglesia", dijo.
Finalmente, el Cardenal Cipriani agradeció a la Hermandad del Señor de los Milagros y a las hermanas carmelitas por cuidar la venerada imagen; y a todos aquellos que con amor y respeto colaboran en el homenaje.
"Les agradezco y les pido cuidar siempre el honor de ser miembros de la Hermandad. Agradezco a las cantoras, sahumadoras y las madres del Monasterio de Carmelitas. Y a todos aquellos que acompañan y colaboran para que este mes, miles de miles sientan el amor del Señor de los Milagros", concluyó.