El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, reveló que, aprovechando el caso del ex Obispo auxiliar de Ayacucho, expulsado del estado clerical, se organizó un "circo" con mentiras para atacarlo, en relación a diversos artículos de la prensa local que lo acusaban de encubrir el caso.
En el programa Diálogo de Fe, en RPP, el Cardenal Cipriani lamentó que "hay mucha mentira flotando en el ambiente y hay mucha falta de honradez y sinceridad".
"Jamás la Iglesia va a ser cómplice de silencios, ¡jamás! Pero también diría yo que no se puede tirar la piedra y esconder la mano, quien hace acusaciones y llama a intervención de fiscalías, luego no se puede esconder, que vaya a la fiscalía y forme su denuncia debidamente sustentada, sino tendrá que decir que es un gran calumniador. Esa es la verdad. Sea un gran abogado, un hombre muy ilustre o un jubilado".
El Arzobispo de Lima remarcó que "no se puede vivir en la cultura de la sospecha. Muchos eclesiásticos pueden cometer errores y pecados y sé que mañana en algún canal sacarán alguna noticia en plan escandaloso. Cada uno tiene que afrontar sus debilidades con hombría y saber reconocer cuando comete un error. No ocultamos nada".
Gabino Miranda fue sancionado por el Vaticano con la pérdida del estado clerical por una falta relacionada al sexto mandamiento, a mediados de 2013. Su caso fue hecho público tras una columna de opinión de Diego García Sayán, actual presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el diario peruano La República, y las declaraciones en televisión del Obispo emérito de Chimbote, Mons. Luis Bambarén.
García Sayán, en su artículo del 19 de septiembre "Un obispo contra el Vaticano", refiriéndose al tema de la pedofilia en la Iglesia, aseguró que esta era "impune hasta hoy en el Perú", y pidió que se confirme o desmienta "lo que es un secreto a voces: la destitución en agosto de un obispo auxiliar, perteneciente al Opus Dei" en un "Arzobispado andino", pero no precisó a quién se refería.
Fue Mons. Bambarén quien, consultado por el periodista Augusto Álvarez Rodrich en su programa televisivo si conocía el caso "de una destitución de un Obispo auxiliar perteneciente al Opus Dei por un tema de pedofilia", señaló que "sí, en Ayacucho, es un Obispo auxiliar".
"No sólo ha sido destituido sino reducido a estado laical", dijo Mons. Bambarén, indicando que "si yo obispo tengo un caso y lo oculto, entonces sería cómplice. Tengo que entregarlo al Poder Judicial".
El Arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Salvador Piñeiro, fue el encargado de indicar que "solo puedo decir que se le atribuyó al padre Gabino Miranda pecados contra el sexto mandamiento", pero que "en ningún momento hemos dicho que el padre Gabino Miranda ha sido castigado por ese delito horrendo (pedofilia)".
La Oficina de Prensa del Opus Dei explicó por su parte que el ex Obispo auxiliar de Ayacucho "no ha estado nunca incardinado en el clero de la Prelatura del Opus Dei".
Tras las palabras del Arzobispo de Ayacucho, Mons. Bambarén negó su previa declaración televisiva, asegurando que "yo no mencioné a Gabino Miranda, tampoco afirmé que había sido sancionado por pedofilia como se ha difundido erróneamente".
Frente a esta situación, el Arzobispo de Lima señaló que no es "de gente honesta el destrozar a una persona que no ha tenido posibilidad de defensa y que además aprovechando mi viaje a Roma, resulta que me salpicaba por todas partes hechos que no tienen nada que ver conmigo, ni con instituciones sanas en la Iglesia. Es muy claro que había una estrategia".
El Cardenal Cipriani aseguró que "hay una agenda bastante clara. No seamos ingenuos. Participar más de este circo me parece que es darle más importancia. Quiero cerrar el circo. No voy a hablar más".
"Esto es un circo que está perfectamente organizado. ¿Quién empieza esto y desde dónde en una columna de La República, quién lo sigue en una entrevista de televisión, quiénes saltan inmediatamente de las tribunas y a quién apalean?, a un señor que está en otro estadio, fuera del Perú".
"Tolerancia cero, sí; transparencia, sí. Jugar a las escondidas, no", subrayó.