La abogada constitucionalista Ingrid Tapia advirtió que las iniciativas legislativas que buscan regular la maternidad subrogada, también conocida como vientre de alquiler, no comprenden mecanismos que impidan eficientemente la trata de mujeres.
Al participar en el IX Congreso de la Mujer del Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer (CEFIM), en Cancún (México) a fines de septiembre, Ingrid Tapia señaló que la maternidad subrogada en vez de generar oportunidades de desarrollo para las mujeres, simplemente las inserta en el mercado internacional de vientres de alquiler.
Tapia advirtió del "negocio que hay alrededor para que una pareja pueda tener un hijo en el vientre de otra mujer".
Esto, indicó, "lleva a que mujeres ucranianas e hindúes se embaracen por hambre y necesidad, y que son utilizadas como incubadoras y las tienen en una especie de campos de concentración".
Tapia también señaló de las complicaciones administrativas y vacíos legales que generaría la aprobación en México de una legislación de maternidad subrogada, actualmente solo existente en el estado de Tabasco.
La jurista indicó que "si en México no existe una Coordinación Nacional de las Oficinas del Registro Civil de las 32 entidades del país, mucho menos la hay para dependencias de otra índole administrativa creadas específicamente para llevar el control y registro de los instrumentos de maternidad subrogada".
Uno de los vacíos legales podría llevar a que un niño tuviera hasta tres madres: quien paga por el alquiler de vientre, quien da el óvulo y quien lo gesta.
En la legislación se tendría que especificar si "en caso de un conflicto prevalecerá la maternidad biológica, la gestacional o contractual", señaló Tapia.
Algunas de las fallidas iniciativas legislativas sobre este tema, dijo la abogada, no consideran la cobertura de medicamentos, ropa de maternidad, consultas médicas, entre otros, a la mujer gestante.
La abogada señaló casos de países como India, en que diversos reportajes han denunciado que se esclavizan a mujeres en granjas para utilizarlas como vientres de alquiler.