El Obispo Auxiliar de Madrid y Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan Antonio Martínez Camino, señaló que no hay razón para poner en peligro la vida de las personas, tras la explosión de un artefacto ayer en la emblemática Basílica del Pilar de Zaragoza.
El Comando Insurreccional Mateo Morral se ha atribuido la explosión que tuvo lugar el pasado 2 de octubre en dicho templo. Se trata del mismo grupúsculo anarquista que colocó una bomba en la Catedral de la Almudena el pasado 7 de febrero. El artefacto no llegó a detonar ya que fue descubierto por un sacerdote quien llamó a la policía para su desactivación.
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Al respecto Mons. Martínez Camino afirmó que "no existe ninguna razón que pueda justificar poner en peligro la vida de las personas que puedan ser afectadas por estos atentados indiscriminados", a pesar de que son casos "muy aislados y de poca relevancia".
El Comando Insurreccional Mateo Morral tiene el nombre del anarquista que atentó contra el Rey Alfonso XIII en 1906. Según Vasco Press, el artefacto era una bombona de gas butano cargada con dos kilos de pólvora negra y un sistema de activación mediante reloj.
Este grupo justifica el atentado señalando "la Iglesia es una importante institución con una complicidad histórica con el Estado-Capital" y considera que la Basílica del Pilar "es uno de los templos significativos para los detentadores del poder" y "uno de los principales símbolos (…) del fascismo".
Mons. Martínez Camino dijo también que "es lamentable que haya estos atentados que afectan a un derecho fundamental como es la libertad religiosa en templos católicos".
"Gracias a Dios son pocos e insignificantes, por lo que no hay motivo para la alarma, pero sí para poner cuidado y para hacer un llamamiento al activismo de respeto a los demás", aseguró.