El Papa Francisco, hondamente preocupado por las dramáticas consecuencias del paso de los fenómenos "Ingrid" y "Manuel", además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, envió 100 mil dólares a través del Pontificio Consejo Cor Unum para ayudar a los damnificados.
Según informó la Conferencia Episcopal Mexicana la ayuda del Santo Padre será distribuida por medio de las diócesis de las zonas afectadas.
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De esta manera, el Pontífice se suma a los esfuerzos de la Iglesia Católica en México, que desde el comienzo de la desgracia estuvo cerca de quienes han perdido a sus seres queridos y se quedaron sin hogar y sin patrimonio.
Obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas, fieles laicos y hombres y mujeres de buena voluntad están trabajando, a través de catedrales, parroquias y seminarios, sin descanso de manera generosa y organizadamente ante la emergencia.
El telegrama del Papa
Al Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano:
Su Santidad el papa Francisco, hondamente apenado al conocer las dramáticas consecuencias del huracán "Ingrid" y de la tormenta tropical "Manuel" a su paso por esa amada nación, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, y dejando sin hogar a muchas familias, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, al mismo tiempo que pide a Dios su consuelo a quienes sufren estas graves desgracias e incremente en todas las personas de buena voluntad sentimientos de fraterna solidaridad para colaborar decididamente en la reconstrucción de las zonas afectadas y ayudar de modo efectivo a cuantos están sumidos en el dolor y la desesperación.
El Santo Padre, además, desea transmitir su sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados y, a la vez que los confía a las maternas manos de Nuestra Señora de Guadalupe, les imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo mexicano, tan presente en su corazón de pastor de la Iglesia universal en tan lamentables circunstancias.
Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad.