El Arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Salvador Piñeiro, declaró a la prensa local que ha dialogado con el ex Obispo Auxiliar de Ayacucho, Gabino Miranda, después de su expulsión del estado clerical y que este ha negado ser un pedófilo.
En diálogo con el diario peruano La República, Mons. Piñeiro dijo que al consultarle sobre el problema en el que se encontraba, "el padre Gabino Miranda se limitó a decirme: 'He tenido muchos pecados en mi vida, pero nunca he cometido ningún delito. Solo Dios sabe la verdad', me contestó. 'Si no confías en mí, cuéntaselo a otro obispo de tu confianza, si se trata de una grave falta', persistí. Yo le pregunté si su caso estaba relacionado con la pedofilia, y él me respondió: 'No, padre. Soy un pecador, pero no un delincuente'. Y se puso a llorar".
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"Yo lo reconforté diciéndole: 'Hijo, reza al Señor que yo rogaré por ti'. Y nos despedimos", recordó.
Explicando que los detalles sobre la investigación y sanción, realizada directamente por el Vaticano, los desconoce por ser de "secreto Pontificio", el presidente de la CEP aseguró que no tiene "ningún temor de decir la verdad sobre este lamentable caso".
"El 5 de julio de este año, mediante una comunicación verbal de la Nunciatura Apostólica, fui informado de la decisión del Santo Padre Francisco. Luego de recibir la denuncia (contra el ex obispo Miranda), investigó y castigó. Lo sancionó con la pena más rigurosa para un clérigo: la pérdida total del estado clerical, el retorno a la vida laical", dijo.
El Arzobispo de Ayacucho indicó que "solo puedo decir que se le atribuyó al padre Gabino Miranda pecados contra el sexto mandamiento, que están reconocidos como los más graves, lo que explica la intensidad del castigo".
Mons. Piñeiro remarcó además que "en ningún momento hemos dicho que el padre Gabino Miranda ha sido castigado por ese delito horrendo (pedofilia). Nosotros no lo sabemos".
"Solo puedo decir que la Santa Sede, el Papa Francisco, deben haber visto razones suficientes para sancionarlo drásticamente".
El Prelado señaló que "la decisión es muy dolorosa porque el Papa le ha aplicado la pena más grande a un clérigo. Y esta decisión del Santo Padre tiene que ser aceptada".
Mons. Piñeiro descartó que al ex Obispo auxiliar de Ayacucho no se le haya dado la oportunidad de defenderse de las acusaciones que pesaban contra él, pues "tengo conocimiento de que el padre Gabino Miranda sabía su situación y las autoridades eclesiásticas le dieron la oportunidad de dar su descargo y él no lo hizo".
"Lo que más me duele es que el padre Gabino nunca me dijo nada. Me hubiera dicho: 'Monseñor, tengo este problema'. Y podría haberlo ayudado, para eso hay instancias. Pero no lo hizo. Prefirió callar", lamentó.
El Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana desmintió una versión difundida en la prensa local sobre que entre el clero ayacuchano circula el rumor de que el denunciante sería un joven de 14 años, que habría sido monaguillo de Miranda.
"Desmiento esa versión. Yo personalmente he preguntado sobre el caso, y no es cierto", aseguró, indicando que "si yo hubiera recibido alguna denuncia de esta naturaleza, inmediatamente lo hubiera denunciado. Pero no fue el caso".
El Arzobispo de Ayacucho expresó su disposición "a colaborar con el Ministerio Público, porque tengo entendido que ya inició una investigación de oficio. Pero documentos no tenemos, mucho menos el nombre del denunciante. Tendrá que dirigirse al Nuncio Apostólico".
"Como indiqué, la Santa Sede investigó y sancionó, nadie lo hizo en el Perú", dijo.
El Prelado indicó que "cuando se recupere plenamente, Gabino Miranda dará la cara, eso es lo que me ha dicho. Estará bien, pero el daño ya está hecho".
Miranda fue señalado la semana pasada como "pedófilo" por otro Obispo peruano, el Emérito de Chimbote, Mons. Luis Bambarén, y por el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el peruano Diego García Sayán, antes que Mons. Salvador Piñeiro o la Nunciatura Apostólica en Lima explicaran oficialmente su estatus.