El Arzobispo de Aleppo, en Siria, Monseñor Jean-Clément Jeanbart, metropolita de los greco-católicos, recogió datos cuantitativos que contribuyen a la comprensión de la magnitud del desastre humanitario, consecuencia de la prolongada guerra civil que está desangrando al país.
"En los últimos meses, sólo en Aleppo", dice el Arzobispo en una nota enviada a la agencia Fides, "1400 fábricas y oficinas fueron saqueadas, destruidas o quemadas, mientras que en todo el país más de dos mil escuelas han sido devastadas o no pueden usarse, 37 hospitales junto con mil pequeñas clínicas y dispensarios han sufrido actos de vandalismo".
La mayoría de los silos de grano han sido vaciados, las centrales eléctricas saboteadas, líneas de ferrocarril y carreteras bloqueadas o en estado impracticable y peligroso a causa de las bandas armadas que aterrorizan a los viajeros que se atreven a moverse y salir de la ciudad.
Ante estas dificultades y desgracias en la que hemos caído", dice el Prelado, "sólo nos queda confiar en la misericordia divina, que es lo único que nos puede liberar y restaurar la paz en el país.
"Que la Santa Cruz del Señor ilumine a los que tienen el poder. No podemos sino agradecer al papa Francisco sus repetidos llamados insistentes y oraciones por la paz en Siria".