El Arzobispo de Karachi, Mons. Joseph Coutts, presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán (PCBC), a nombre de la Iglesia en el país, condenó el atentado suicida perpetrado el 22 de septiembre en una iglesia cristiana, causando más de 80 muertos y alrededor de 150 heridos.
Dos extremistas musulmanes, de forma suicida, detonaron bombas que llevaban puestas, al culminar el servicio religioso en la histórica Iglesia de Todos los Santos.
En un comunicado remitido a la agencia vaticana Fides, Mons. Coutts aseguró que "en nombre de la Conferencia Episcopal de Pakistán (PCBC) y de los cristianos de Pakistán, condenamos este acto con los términos más fuertes".
"El atentado contra hombres, mujeres y niños inocentes, mientras estaban rezando en la iglesia, es un acto vergonzoso de bellaquería", dijo el Prelado.
El Arzobispo de Karachi expresó sus condolencias a las familias de los cristianos fallecidos o heridos, y anunció que todas las instituciones educativas cristianas en el país permanecerán cerradas del 23 al 25 de septiembre, como señal de luto y protesta.
En estos días, además, en las iglesias de todo el país se realizarán oraciones especiales por las víctimas del atentado.
Mons. Coutts exhortó además a los cristianos a permanecer en paz y evitar cualquier acto de violencia.
El Presidente de la PCBC pidió al gobierno que tome medidas inmediatas para detener a los responsables del atentado, y se realice una adecuada protección de los lugares de culto de todas las minorías religiosas en Pakistán.
El Prelado demandó además considerar la creciente intolerancia religiosa y sectaria en el país, y trabajar en todos los niveles para evitar que crímenes como el de ayer se repitan.
El Papa Francisco condenó ayer el atentado en Pakistán, durante su visita a la localidad italiana de Cagliari, y aseguró que se trató de "una mala decisión, una decisión de odio, de guerra".
"Este camino no funciona. No sirve. El camino de la paz es el que conduce a un mundo mejor, pero si no lo construimos nosotros no lo hará nadie más", aseguró.