El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Mons. Dominique Mamberti, intervino el 16 de septiembre en la 50º Conferencia general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), donde recordó los cincuenta años de la encíclica Pacem in Terris del Beato Juan XXIII, y reafirmó el llamado del Vaticano a realizar un efectivo desarme nuclear.
"La Santa Sede comparte el pensamiento y los sentimientos de la mayor parte de los hombres y mujeres de buena voluntad que aspiran a la eliminación total de las armas nucleares. Por lo tanto -dijo- queremos utilizar este momento para renovar nuestra invitación a los líderes de las naciones, para que pongan fin a la producción de armas nucleares y para que no utilicen los materiales nucleares con fines militares para actividades pacíficas", expresó el Prelado, quien pidió a los asistentes a preguntarse si "realmente hoy vivimos en un mundo más seguro y más protegido respecto a hace algunas épocas".
Mons. Mamberti indicó que este desarme y la no proliferación de armas nucleares son actos fundamentales incluso desde el punto de vista humanitario, e hizo presente la "profunda preocupación de la Santa Sede por la reciente y trágica situación de Oriente Medio".
En ese sentido reiteró "su fuerte apoyo en los esfuerzos para instituir una zona medio-oriental libre de armas nucleares y de todas las otras armas de destrucción masiva".
"Las zonas libres de armas nucleares son el mejor ejemplo de confianza y seguridad, y la afirmación de que la paz y la seguridad son posibles sin la posesión de armas nucleares", afirmó.
Finalmente recordó las recientes negociaciones sobre el programa nuclear de Irán y reiteró la firme convicción de la Santa Sede de la utilización de canales diplomáticos para superar las actuales dificultades y obstáculos "que objetivamente impiden la confianza mutua".