Los libros e historietas que retratan escenas de zoofilia, necrofilia y pornografía, distribuidos por el gobierno de Argentina en agosto en la localidad de Mendoza, llegaron este mes a Córdoba.
En declaraciones a Cadena 3, recogidas por la plataforma ArgentinosAlerta, el Ministro de Educación de la provincia de Córdoba, Walter Grahovac, reconoció que "ha llegado a un número aparentemente reducido de escuelas" de la localidad. Sin embargo, señaló que no conoce a qué centros educativos ha llegado el material pornográfico porque "los manda directamente la nación (el gobierno) a las escuelas".
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Aunque los libros repartidos a los escolares argentinos contienen escenas de sexo con animales e incluso con una mujer muerta, Grahovac dijo que "no me atrevo a hacer un juicio ni desde lo estético ni desde lo moral", pero reconoció que este material "genera un ruido innecesario en la escuela" y ?que "no es conveniente que esté a disposición de los alumnos, porque de algún modo es contradiscursivo con lo que la escuela viene trabajando".
La editorial que produce estos textos, Colihue, es propiedad de Aurelio Narvaja, un activo miembro de la agrupación Carta Abierta, que apoyan el régimen de Cristina Fernández de Kirchner.
Colihue, coincidentemente, ha vendido 789 320 libros al Estado argentino, por más de 18 millones de pesos argentinos (más de 3 millones de dólares).
Tras las denuncias en agosto por el contenido de los libros producidos por su editorial y comprados y distribuidos por el gobierno argentino, Aurelio Narvaja calificó de "prejuiciosos, incultos y cursis" a sus críticos.
Las palabras de Narvaja fueron rebatidas por Viviana Nasif, miembro de la comisión directiva de ArgentinosAlerta y especialista en Ciencias Psicopedagógicas.
Para la experta, los padres y educadores "debemos seleccionar aquellos contenidos que eleven a nuestros jóvenes por sobre la cotidianeidad dura y descarnada que viven y proporcionarles modelos con virtudes, con valores, que los ayude a forjar un proyecto de vida superador".
Los textos repartidos por el gobierno argentino primero a Mendoza y ahora a Córdoba, son "grotescos, donde se banalizan las relaciones humanas, se degrada la autoridad y se propicia un vocabulario propio de la marginalidad", criticó Nasif.