Los agustinos recoletos presentes en Filipinas organizaron el 28 de agosto -Fiesta de San Agustín-, la campaña "Un solo corazón", para ayudar al casi millón de personas afectadas por las inundaciones causadas por el tifón Maring en varias áreas del entorno metropolitano de la capital Manila y en varias provincias de la Isla de Luzón.
La campaña busca que las ocho comunidades de agustinos recoletos presentes en Filipinas compartan lo propio con las víctimas. En un principio, promovió la campaña "Piso ng Puso" (Un peso desde el fondo del corazón), que consistía en distribuir botellas recicladas para usarlas como alcancías. El importe se invertirá en latas de conservas, pasta, arroz y comida para las víctimas.
El prior provincial de Filipinas, fray Lauro Lárlar, prior provincial de Filipinas, exhortó a hacer "nuestras las penas y las angustias de las víctimas de las inundaciones".
"Impresionados por la creciente pobreza material de nuestra gente y avergonzados por la descarada corrupción existente en muchos sectores del Gobierno, nos cuestionamos sobre la repercusión de nuestros votos en la gente que sufre. ¿Cómo religiosos y como comunidad, somos testimonio vivo de rechazo de la corrupción (pobreza), de servicio abnegado (obediencia) y de caridad Sinaímites (castidad)? ¿Nuestra vida consagrada nos convierte en servidores con las mismas actitudes de Jesús, pobre, casto y obediente?", cuestionó.
Finalmente convocó a los agustinos recoletos a un acto comunitario de solidaridad, concretando su llamado en "reunir toda nuestra comunidad con el objeto de rezar por y en nombre de las víctimas; e involucrar a nuestras instituciones, religiosos, colaboradores, estudiantes, jóvenes, organizaciones parroquiales y personal en general, para llevar a cabo actividades significativas que proporcionen ayuda a las víctimas del tifón".