Las comunidades cristianas en Medio Oriente han expresado unánimemente su rechazo a la incursión militar en Siria que estaría planeando realizar los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia con el apoyo de Turquía y la Liga Árabe, luego que el presidente de Siria, Bashar Al Assad, empleara armas químicas en el conflicto que lleva dos años sin solución.

Para los cristianos, esta actitud no solucionaría la guerra y sólo ocasionaría aún más problemas, según señalaron diferentes autoridades religiosas en entrevistas concedidas a varios medios de comunicación internacional.

El director del Monasterio de Deir Mar Musa, al norte de Damasco (Siria), Padre Jacques Mourad, dijo a la Agencia Fides que  "nos encontramos en una fase de extremo sufrimiento. (…) "Esperamos que los países occidentales asuman una posición justa ante esta tremenda crisis siria. La postura correcta es rechazar cualquier tipo de violencia, detener las armas, no poner los unos contra los otros, defender y proteger los derechos humanos".

El monasterio fue fundado por el sacerdote jesuita, Paolo Dall'Oglio, quien fuera secuestrado hace un mes en Raqqa, lugar que regresó a iniciar el diálogo, luego que fuera expulsado hace un año del país. Actualmente no hay noticias del presbítero.

También, Sor Houda Fadoul, explicó a la misma agencia que "No podemos aceptar o apreciar una intervención armada de las potencias extranjeras.

Continuamos con nuestra misión, que es la de elevar a Dios un culto espiritual, sobre todo para educar a los jóvenes al diálogo y la paz".

El patriarca siro-católico, Youssef III Younan, declaró al sitio terrasanta.net que en vez de ayudar a que se encuentren vías para la reconciliación y el diálogo, "estas potencias solamente han armado a los rebeldes, incitando a la violencia y envenenando todavía más las relaciones entre sunitas y chiítas".

El Custodio de Tierra Santa, Padre Pierbattista Pizzaballa, expresó al Franciscan Media Center que "las imágenes que tenemos de Siria son atroces, hablan por sí mismas, (…) conociendo el Medio Oriente, es muy difícil saber quién hace qué cosa. La comunidad política internacional debe encontrar soluciones inmediatas, a través de presiones, para que todo esto se acabe de una vez. No creo que hoy en Siria haya gente que tenga razón y gente que no tenga razón. Cuando se usa la violencia todos se equivocan".

El Patriarca Maronita, Béchara Rai, informó a Radio Vaticana desde el Líbano "todo lo que está sucediendo en Medio Oriente (tanto en Egipto como en Siria o en Irak) es una guerra que tiene dos dimensiones".

Explicó que los problemas y conflictos son "en Irak y en Siria, la guerra es entre sunitas y chiítas; en Egipto la guerra es entre fundamentalistas, entre los que están la Hermandad Musulmana y los moderados. Son guerras sin fin, pero, y siento deber decirlo, hay países, sobre todo occidentales (pero también del Oriente)".