La prioridad del trabajo que realizan los agentes de pastoral en los diferentes reclusorios del país debe ser el de reafirmar el sentido misionero para hacer presente a Cristo en los corazones de las personas privadas de su libertad. En esto coincidieron los 500 participantes del 35° Congreso Nacional de Pastoral Penitenciaria celebrado recientemente en la Plaza Mariana que está en el Santuario de la Virgen de Guadalupe en México D.F.
"Dos caminos marcan fuertemente la pauta y, es que en Cristo encontramos la fuerza y la luz para los agentes, y también para aquellos a quienes se les lleva la Palabra", expresó Mons. Andrés Vargas Peña, responsable de la Dimensión de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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El Prelado, según señala el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), Ddijo que la propuesta es un trabajo coordinado, "con fuerte sentido misionero, alentando el kerigma y el desarrollo de la catequesis".
Otra situación que preocupa a todos los agentes es la necesidad de una formación sólida y de un diálogo constante, sin olvidar que "estamos trabajando en nombre de Cristo, que vamos a llevar su Palabra, que en Él está la fuerza y que todo aquel que le abre el corazón encuentra consuelo y fortaleza".
Mons. Vargas Peña señaló que durante el encuentro también se reflexionó sobre la atención de la familia de los reclusos y la prevención de los delitos, así como en la importancia de estar atentos a las leyes y normas que puedan ayudar a mejorar la dinámica en la vida de las personas encarceladas, "porque un misionero no puede ignorar ninguna de estas condiciones, debe ponerse al lado de aquel a quien le anuncia el Evangelio".
Añadió que los participantes manifestaron sus inquietudes especialmente por las dificultades que encuentran en algunos reclusorios del país para ofrecer el anuncio del Evangelio, la falta de agentes que, aún y cuando han crecido en número, son insuficientes para atender a la población en situación de cárcel y a sus familias, que también va en aumento, además de la necesidad de contar con una formación sólida.
"Yo he insistido en que debemos tener claro que si vamos a llevar el mensaje de Cristo necesitamos la experiencia del encuentro personal con Él, que los equipos tengan una comunión muy fuerte entre sí y, desde luego, un sentido fuertemente misionero", manifestó Mons. Vargas Peña.
Como responsable de la Pastoral Penitenciaria, Mons. Vargas Peña alentó a todos los agentes a continuar facilitando el encuentro con Cristo de los hermanos privados de libertad "a seguir estirando una mano hacia Jesucristo y otra al hermano, porque sólo Él puede dar la libertad, Jesucristo es el dueño de la vida".