Los Patriarcas y los jefes de las Iglesias y comunidades religiosas de Jerusalén (Tierra Santa), llamaron a la comunidad internacional a oponerse a la violencia y al terrorismo y para ayudar al pueblo de Egipto a superar la violencia y para llegar a la paz.
"Nosotros, patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén –se lee en la declaración– seguimos con gran preocupación la terrible situación de Egipto, que sufre a causa de las divisiones internas, actos terroristas y deliberada violencia contra personas inocentes, tanto cristianas como musulmanas".
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"Fueron atacadas instituciones gubernamentales, y un gran número de soldados egipcios y policías fueron asesinados; propiedades públicas fueron destruidas e iglesias cristianas fueron profanadas", denunciaron.
"Las profanaciones y el incendio de las Iglesias -prosigue el documento- han sido un escándalo sin precedentes y va contra los valores de la tolerancia, que durante siglos han animado a Egipto. Apreciamos el hecho de que muchos musulmanes se unieron junto a los compatriotas cristianos en la defensa de iglesias e instituciones".
Condenando con fuerza "estos actos de vandalismo perpetrados por algunos extremistas", los líderes religiosos hicieron un llamamiento "a todas las partes para detener la violencia y las matanzas y trabajar en favor de la unidad nacional, sin la cual Egipto corre el riesgo de llegar a una guerra civil".
"Estamos junto al pueblo egipcio en su lucha contra el terrorismo y las facciones contrapuestas, tanto localmente como a nivel internacional. Expresamos nuestra solidaridad y cercanía a todas las víctimas y oramos por la curación de los heridos y de quienes sufren", comunicaron.
"Oramos al único Dios –concluyen– para que ilumine a los líderes egipcios, a fin de que se salven los valores de la democracia, la dignidad de todos y la libertad religiosa".
El documento está firmado por los representantes católicos, ortodoxos, protestantes y de la Custodia de Tierra Santa.