La policía de Israel informó que un monasterio católico sufrió daños, luego de que extremistas judíos le lanzaran una bomba molotov y pintarrajearan sus paredes con graffitis.
"Un cóctel molotov fue lanzado contra la pared del monasterio Beit Jamal, cerca de Beit Shemesh", indicó la policía israelí en un comunicado emitido el 21 de agosto.
El ataque se realizó entre la noche del 19 de agosto y la mañana del 20 de agosto. La policía está investigando "todas las pistas, incluyendo motivos nacionalistas".
Las autoridades revelaron que las pintas hechas en hebreo sobre los muros del monasterio decían "muerte a los gentiles" y "venganza".
El monasterio es hogar de las Hermanas de Belén, y está ubicado en las afueras de la ciudad de Beit Shemesh, a cerca de 32 kilómetros al oeste de Jerusalén.
Las hermanas no se dieron cuenta del ataque hasta que visitantes llegaron y se dieron cuenta del daño, algunas horas más tarde.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad muestran el fuego ardiendo por varios minutos, antes de finalmente apagarse.
Los principales sospechosos de los ataques contra sitios cristianos en Israel, en años recientes, han sido los círculos extremistas judíos.
La "política de etiqueta de precio" es usada por extremistas de extrema derecha y residentes israelíes radicales, que buscan "venganza" aleatoriamente contra palestinos, cristianos y fuerzas de seguridad, ya sea a través de daños a la propiedad, incendios y pintas en las paredes.
Los extremistas realizan los ataques contra las fuerzas de seguridad israelíes, en represalia por decisiones del gobierno que consideran contrarias contra sus intereses.
De acuerdo a un artículo publicado el 21 de agosto por el medio judío "Haaretz", el Patriarca Latino de Jerusalén, Fouad Twal, condenó el incidente a su llegada hoy al monasterio.
Dov Lipman, miembro del parlamento israelí, rabino y residente de Beit Shemesh, visitó el monasterio atacado para manifestar su consternación por la agresión, y ofreció flores a las religiosas.
"Este acto va en contra del actuar judío", dijo. "Es muy importante que vivamos en paz y respeto con aquellos que tienen diferentes credos. Espero que la policía atrape a los perpetradores muy pronto, y que se haga justicia".
Este mismo monasterio fue atacado por el terrorista judío Jack Teitel en 2007. Teitel puso una bomba, que hirió a un operador de un tractor, que trabajaba para las Hermanas de Belén.
De acuerdo con Haaretz, más de 20 lugares de adoración cristianos y musulmanes han sido atacados en Israel desde 2010.