La Iglesia en Portoviejo (Ecuador) se encuentra a la espera de que las autoridades locales le asignen un espacio físico perenne dentro del proyecto de reestructuración del hospital Verdi Cevallos, luego que la capilla donde se hacía labor pastoral fuera desalojada para usarse como sala de pacientes, expresó este miércoles el Vicario de Pastoral, P. Manuel Cedeño.
En declaraciones a ACI Prensa el 14 de agosto, el sacerdote informó que ayer el Arzobispo de Portoviejo, Mons. Lorenzo Voltolini, se reunió con la gobernadora y autoridades del Gobierno central para abordar el tema del hospital Verdi Cevallos. "La posición de Mons. Lorenzo ha sido de pedir un lugar físico donde poder seguir celebrando la Misa y atendiendo también a las personas que necesiten de la atención cristiana, de los sacramentos", informó el Vicario.
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En ese sentido, indicó que están a la espera "que se concretice de parte de las autoridades del hospital el lugar físico de donde va a ser, porque como están reestructurando el hospital, tienen que ver dónde va a ser esta capilla o este oratorio donde se pueda celebrar la Misa".
"Nos han ofrecido una alternativa, que es en la sala de espera, que es donde podemos ir ?y celebrar la Misa mientras tanto, hasta que se decida con los técnicos que están haciendo el lugar donde será".
El P. Cedeño dijo que el lugar donde estaba la antigua capilla "va a ser cambiado y será un salón o una sala. Entonces me imagino que eso se tiene que consultar con los técnicos, con los ingenieros, para readecuar porque sabemos incluso que en el nuevo proyecto no estaba considerado una capilla, solamente como un pequeño oratorio. Entonces eso lo están viendo, lo están reubicando ellos".
El viernes 9 la entonces capilla del hospital Verdi Cevallos fue profanada luego que los trabajadores desalojaran todos los objetos incluyendo el sagrario y el copón con las hostias consagradas.
Tras este hecho, Mons. Voltolini buscó establecer un diálogo con las autoridades para hallar una solución. Así, ayer martes el presidente Rafael Correa llamó al Prelado "para pedir disculpas sobre el hecho, sobre todo porque en la capilla estaba el Santísimo, y dejó claro, vía telefónica, que este tipo de actos no corresponden a la política del Gobierno ecuatoriano", informó ayer el P. Cedeño.