"Los Sonidos de las Campanas" es el nombre del próximo concierto de campanas que forma parte de los festejos por los 200 años de la terminación de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y que incluirá el repique de "La Castigada".
El Diácono permanente y Campanero Mayor del recinto, Rafael Parra, señaló que el concierto se realizará el viernes 16 de agosto a las 8 p.m., fecha que se escuchará "La Castigada", luego que fuera "callada" por 57 años tras la muerte un joven de 16 años que era campanero.
La Catedral Metropolitana de la ciudad federal, tiene 35 campanas y cada una de ellas tiene nombre propio e historia, la más joven de ellas ha sido bendecida por el Beato Juan Pablo II y está dedicada a San Juan Diego. La campana más grande del campanario está dedicada a Santa María de Guadalupe, Patrona de México y Emperatriz de las Américas.
Si bien es cierto todos los días suenan las campanas de la Catedral, la última vez que repicaron de forma especial fue el 13 de marzo de este año por motivo de la elección del Papa Francisco.
El Diácono señaló también que el jueves 15 de agosto habrá una exposición fotográfica donde se exhibirá una maqueta representativa de la Torre Poniente del Campanario, elaborada por estudiantes arquitectura, según informó el Sistema Informativo del Arzobispado de México (SIAME).
En las fotografías exhibidas se podrán apreciar el correr del tiempo frente a los ojos de este majestuoso templo, así como imágenes elaboradas con la técnica de acuarela o dibujo a mano.
"Todo nuestros colaboradores han querido contribuir de alguna manera en el festejo del monumento colonial más importante de América Latina, es por eso que nos preparamos diariamente para celebrar dignamente este bicentenario", señaló el diácono.
Hace unos días se dió a conocer la Carta Pastoral del Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, que como parte de la celebración del Bicentenario indica que los fieles católicos que visiten la Catedral del 15 de julio al 28 de noviembre de 2013, podrán obtener la indulgencia plenaria siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa.