El Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Sean O'Malley, señaló que el Papa Francisco quiere convertir, incluso a los que promueven el aborto en el mundo, con el amor y la misericordia.
Así lo indicó el Purpurado en su conferencia a los Caballeros de Colón en su 131º convención que se realiza en la ciudad de San Antonio, en el estado de Texas (Estados Unidos).
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En referencia al hecho de que algunos creen que el Papa Francisco "debe hablar más sobre el aborto", el Cardenal aseguró que el Santo Padre se concentra en hablar "del amor y la misericordia para dar el contexto de la Iglesia en cuanto a la enseñanza en materia del aborto".
"Nos oponemos al aborto no porque seamos anticuados sino porque amamos a la gente. Y eso es lo que debemos mostrarle al mundo", aseguró. El amor, precisó, "está detrás de la gran preocupación de la Iglesia por los niños no nacidos".
El Arzobispo de Boston dijo además que "debemos ser mejores personas, debemos amar a todas las personas, incluso a los que promueven el aborto ya que sólo el amor y la misericordia abrirán los corazones de los que lo tiene endurecido en esta era del individualismo".
"El Santo Padre nos muestra claramente que nuestra batalla no es solo política ni lega, sino que debemos evangelizar y humanizar la cultura para que el mundo sea seguro para los no nacidos, los ancianos y los que no producen".
El Cardenal destacó además que "el Evangelio de la Vida es un Evangelio de misericordia. Si vamos a ser escuchados en el mundo de hoy, será porque la gente reconoce la autenticidad de nuestras vidas y nuestra dedicación para construir una civilización del amor".
En declaraciones a ACI Prensa el 7 de agosto, el Cardenal comentó que el individualismo al que se refirió es un obstáculo complejo en el camino de la Nueva Evangelización que genera "dudas en cuanto al hecho de que cada uno de nosotros tiene la obligación de trabajar en su propia conversión personal y al mismo tiempo compartir la fe".
El Purpurado estadounidense refirió que muchos católicos "no se sienten equipados" para compartir el Evangelio y "necesitamos ayudarlos para que hagan discípulos y tengan confianza además de sentido de la responsabilidad" para anunciar la fe.
"Este Año de la Fe es una maravillosa oportunidad para nosotros. El Santo Padre nos invita a aprender más profundamente el concepto de nuestra fe, pero también compartir esa enseñanza con otros y darnos cuenta de que la fe es una responsabilidad y una misión", subrayó.
En su conferencia en la convención de los Caballeros de Colón, el Cardenal O'Malley también recordó su experiencia en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro y dijo que el Papa invita a todos a "abrazar la Nueva Evangelización con nuevo ardor y nuevas fuerzas, también con gran amor por aquellos a los que Dios pone en nuestro camino".
Uno de los ámbitos que es necesario evangelizar, resaltó, es el Occidente descristianizado, secularizado: "este es el desafío de la Nueva Evangelización. Es mucho más complicado predicar el Evangelio en una cultura que parece estar vacunada contra la fe".
En lugares como Estados Unidos, afirmó, el desafío está también en llegar a los "muchos católicos que se han apagado, anestesiado o que se han alejado de la Iglesia".