El presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, ha firmado este martes la reforma de la ley del aborto, en base a la cual las autoridades permiten esta práctica cuando la vida de la madre corra peligro, dentro de lo que se incluye también la posibilidad de suicidio.
Higgins recibió el miércoles de la semana pasada el texto que aprobó el Parlamento y no debía pronunciarse de forma obligatoria hasta el miércoles a medianoche. El presidente se reunió el lunes con el Consejo de Estado para aclarar sus últimas dudas sobre la ley, que podría haber terminado en manos del Tribunal Supremo.
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Finalmente Higgins ha estampado este martes su rúbrica en la denominada Ley de Protección de la Vida durante el Embarazo, según informa el periódico 'The Irish Times'.
Las leyes de Irlanda, país de profundas raíces católicas, ya contemplaban el aborto en caso de riesgo para la madre.
Para realizar el aborto, hará falta que dos médicos certifiquen el riesgo "real" para la salud de la madre, aunque en caso de emergencia podrá tomar la decisión un solo facultativo. En caso de que se alegue riesgo de suicidio, tres expertos analizarán el estado de la embarazada.
Los grupos abortistas han criticado que esta nueva ley no contemple esta práctica en caso de violación o malformación del feto, mientras que las organizaciones pro vida han prometido recurrir a los tribunales una ley que consideran "injusta".