Ante un mar humano de casi cuatro millones de jóvenes que colmaban la playa de Copacabana, el Papa Francisco cerró la Jornada Mundial de la Juventud 2013 con un llamado a llevar el Evangelio "a todos", sin límites ni fronteras.
"Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: 'Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás'", dijo el Pontífice al iniciar una homilía emotiva, interrumpida por aplausos e interacciones con los jóvenes.
"¿Qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir", sintetizó el Pontífice, quien antes del inicio de la Misa recibió como obsequio un cáliz, de manos del Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani Tempesta.
"¡Cuidado! Jesús no ha dicho: 'si quieren, si tienen tiempo, sino: 'Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos'", explicó el Papa Francisco. "Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti", agregó.
"¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El Evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos".
"No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente" remarcó el Papa, ante la respuesta entusiasmada de los jóvenes.
Luego preguntó "¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes?""Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer", respondió.
"Sin miedo. Puede que alguno piense: 'No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?'. Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías (…), cuando fue llamado por Dios para ser profeta", dijo el Papa. "Jesús no deja solo a nadie. Nos acompaña siempre", les aseguró.
"Quiero agradecer de corazón a la pastoral juvenil, a los movimientos y nuevas comunidades por su apostolado con los jóvenes ¡tan creativos y audaces!", expresó el Papa, que también se dirigió a los obispos y les pidió acompañar a los jóvenes con alegría y ayudarlos en su compromiso.
"Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión", dijo luego el Papa; al remarcar que "cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos".
Respecto del llamado a servir, el Santo Padre recordó que "la vida de Jesús es una vida para los demás". "Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús", explicó.
"Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura", concluyó la homilía.