El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Francis A. Chullikatt, pidió durante el Consejo de Seguridad sobre el Oriente Medio insistir en las negociaciones para terminar con la violencia en Siria y descartar la solución militar.
"No puede haber una solución militar al conflicto sirio (...) a pesar de que las partes en conflicto manifiestan con total impunidad, su determinación a derramar aún más sangre, a proporcionar más armas y destruir más vidas", antes de aceptar las negociaciones, expresó el Prelado en su discurso enviado a la agencia Fides.
Mons. Chullikatt denunció que existen "influencias externas" y "grupos extremistas" que quieren que continúe el conflicto. La participación de actores externos al país, criticó, es visto como "una oportunidad para obtener beneficios políticos o ideológicos, más que como un terrible desastre que se cierne sobre Siria".
"La guerra no puede ser vista como un medio para resolver conflictos. Sin embargo, la guerra, cuando se produce, se puede ganar sólo a través de la paz, y la paz se gana a través de la negociación, el diálogo y la reconciliación", insistió la autoridad vaticana.
Mons. Chullikatt recordó que el conflicto ha traído casi 100 mil muertos y lamentó "la difícil situación de los refugiados sirios" en el país y en otros países vecinos. Alrededor de 6,8 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, señaló.
Asimismo, advirtió que los cristianos de Siria "se enfrentan a retos para su supervivencia". Recordó el asesinato del P. Francois Murad, los secuestros de otros cristianos, incluidos obispos y sacerdotes, y la destrucción de más de 60 iglesias e instituciones cristianas.
Mons. Chullikatt exhortó a no obstaculizar una solución negociada, pues "la paz en Siria nos hace a todos ganadores".