Fabricio, José y Diego son tres jóvenes de Paraguay, una de las delegaciones más numerosas que ha llegado hasta Río de Janeiro para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y compartieron su experiencia hasta ahora de este intenso viaje.
Diego Domenico, del movimiento Schoenstatt como los otros dos jóvenes que dialogaron con ACI Prensa, dijo que "espero que el Papa nos deje el corazón encendido para mostrarle al mundo que seguir a Cristo es posible".
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El joven indicó además que el viaje que hizo junto a los más de 800 participantes de Schoenstatt que vienen de Asunción, Paraguay, les tomó aproximadamente 41 horas y que el cansancio vale la pena por ver al Santo Padre.
Fabricio Batista comenta asimismo que estar en Río para compartir la Jornada Mundial de la Juventud "es una experiencia única. Hemos venido en bus y estamos listos para escuchar al Papa Francisco".
Para José, la JMJ también es "una experiencia única" pero es además es "una experiencia que estaba buscando hace tiempo. Ver al Papa y sentir esa emoción es algo que de verdad es único".
Los muchachos explicaron que el viaje lo hicieron por tierra porque era mucho más barato que hacerlo en avión y para que así más personas de Paraguay pudieran llegar a la JMJ.
Los jóvenes explicaron que están alojados, como el resto de su delegación, en las instalaciones de la Universidad de Nitéroi y participarán esta tarde de la Misa de inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud que será presidida por el Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani Joao Tempesta.