Cientos de jóvenes han rodeado el coche gris en el que se trasladaba el Papa Francisco desde el aeropuerto internacional 'Galeao/Antonio Carlos Jobim' de Río de Janeiro (Brasil) hasta la Catedral Metropolitana de la ciudad, impidiendo avanzar al automóvil en muchos tramos.
El Papa viajaba en el asiento trasero del vehículo con la ventanilla bajada y cuando los jóvenes se han agolpado en torno al coche, el Pontífice ha saludado a algunos jóvenes estrechándoles la mano e incluso ha besado a un bebé que le han acercado.
Mientras tanto, los efectivos de seguridad avanzaban caminando junto al automóvil para impedir que los ciudadanos que rodeaban el coche se agolparan sobre la ventanilla del Papa Francisco. También se han encontrado con un atasco de autobuses durante el recorrido antes de subir al jeep descubierto.
Francisco ha recorrido varios kilómetros saludando desde el jeep a los miles de peregrinos que se encontraban tras las vallas y besando a algunos niños. En este tramo, el Papa ha sido escoltado por al menos 20 hombres de seguridad a pie, seis automóviles y media docena de motos.
Tras el recorrido en papamóvil, el Pontífice ha vuelto a coger el coche cerrado hasta un helipuerto donde ha tomado un helicóptero a las 17:45 horas (22:40 horas en España) para desplazarse hasta el Palacio de Guanabara, donde ha llegado a las 17:55 horas ( 22:55 horas en España) y le esperaba la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el gobernador de Río, Sergio Cabral y el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes.