El Arzobispo de Aparecida y Presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil, Cardenal Raymundo Damasceno Assis, señaló que las palabras del Papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, que se realizará del 23 al 28 de julio, abrirán "los ojos y los corazones de los alejados" de la Iglesia.
En un artículo titulado "Francisco, la juventud y Brasil", publicado este domingo 21 de julio en el diario Folha de Sao Paulo, el Cardenal escribe que "las palabras del Papa, inspiradas en el Evangelio de Cristo, abrirán los ojos y los corazones de los alejados, para que retornen al compartir de las comunidades de fe" en la Iglesia Católica.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Purpurado comenta además que si bien la visita del Santo Padre alentará a los jóvenes que participan de la vida de la Iglesia, "nos preocupan aquellos que se han ido alejando" de ella.
"No es que los jóvenes hayan dejado de creer en Dios. La fe sigue en sus corazones, pero ya no sienten la necesidad de la mediación de la Iglesia para vivirla y testimoniarla", alerta.
El Cardenal se refiere también a los jóvenes que han sido parte de las protestas que se han realizado en esta y otras ciudades, y expresa su esperanza de que la presencia del Papa en Brasil traiga paz.
"La Iglesia respira nuevos aires con el primer Papa latinoamericano. De él se espera mucho también para la construcción de la paz en el mundo", afirma.
El Presidente del Episcopado brasileño indicó además que "en Río de Janeiro, junto a los jóvenes del mundo entero, tenemos la oportunidad de aproximarnos más a Francisco para beber de la espiritualidad que exhalan sus gestos y palabras".
"Las palabras del Papa, simples y directas, nacidas de un corazón con gran entrega pastoral, llegan a lo íntimo de las personas que se identifican rápidamente porque se refieren a su vida cotidiana".
El Cardenal Raymundo Damasceno refirió asimismo que "la forma en cómo las pronuncia, sin prejuicio y con claridad, la profundidad y la fuerza, dan nuevo vigor a la Iglesia y hacen renacer el entusiasmo de la fe".