El Arzobispo de Rosario (Argentina), Mons. José Luis Mollaghan, afirmó que la Iglesia desea ayudar en la lucha contra la adicción a las drogas y para ello se está promoviendo el trabajo en las calles con agentes pastorales, a fin de rehabilitar a los jóvenes que cayeron en este flagelo y ayudar a las familias.
Una muestra del compromiso de la Iglesia es el funcionamiento desde 2010 de la Comisión de Drogadependencia, que conduce el P. Fabián Belay. Desde este espacio buscan extender en las parroquias y colegios el trabajo con agentes de pastoral a través de programas educativos que ahondan en los aspectos sociales y espirituales que afectan a los jóvenes.
"Estamos tratando de instrumentar un trabajo en los barrios, tenemos algunas casas para poder rehabilitar a aquellos que se acercan y, sobre todo, ayudar a las familias", contó Mons. Mollaghan al programa Todos en la Ocho. "Ahora estamos trabajando en una, en la calle Zeballos y Buenos Aires, donde la pastoral de adicciones va a tener sus reuniones", indicó.
El Prelado explicó que "la idea es conformar una especie de familia que atraiga y contenga a los chicos que están padeciendo este flagelo que es un problema muy urgente de toda la sociedad y la Iglesia quiere poner su granito de arena". Señaló que la pobreza es una de las causas que ha favorecido a que la droga se extienda en los sectores más desprotegidos.
El Arzobispo de Rosario dijo que la Iglesia recibe permanentemente demandas para que "intervenga en temas que afectan a la vida de las personas, en particular de la pobreza". "Lo hicimos en otras ocasiones buscando un camino de solución a estas situaciones a través de un diálogo que a veces es eficaz y otras dificultoso", destacó.
Mons. Mollaghan celebró las políticas que lleva adelante el gobierno nacional en lo que se refiere a planes sociales, como la Asignación Universal por Hijo. Dijo que "casi de forma inmediata, cuando se pusieron en marcha, agradecí que mucha gente se viera beneficiada, porque el que sufre, el que está en la pobreza, necesita ahora que se lo ayude".
"Aun en las sociedades más justas es necesaria la intervención privada, siempre es necesaria la solidaridad, lo que nosotros llamamos la caridad, pero eso no quita que las personas encuentren la satisfacción a sus problemas a nivel estatal, especialmente el niño, el joven, el anciano", indicó.