El Padre Stefano Nastasi, párroco de la pequeña iglesia de San Geraldo, en la isla italiana de Lampedusa, señaló que el Papa Francisco ha llevado la esperanza a su pueblo, al que llegan cada día cientos de inmigrantes africanos al borde de la muerte con historias verdaderamente desgarradoras.
El Pontífice visitó el pasado lunes 8 de julio la isla y mostró a la comunidad internacional el drama de los inmigrantes africanos, quienes cruzan el Mediterráneo en busca de un futuro mejor.
Además, celebró una Misa fúnebre por los más de 20 mil hombres y mujeres que murieron ahogados durante la huida, y aprovechó para pedir perdón por el abandono de estas personas.
"Me ha impresionado el clima familiar que hemos vivido: más que la presencia del Papa, para mí ha estado la presencia del pastor, de nuestro obispo, que por otra parte, es el Obispo de Roma, Obispo entre los obispos que preside la caridad", señaló el P. Nastasi a Radio Vaticana el pasado 10 de julio.
El párroco de Lampedusa explicó que después de la visita del Papa "comienza en Italia una invitación, una provocación a no renunciar al bien que uno pueda hacer, en el sentido de cuidar de los demás".
El Papa nos enseña con su visita a "no dejarnos enjaular por la indiferencia porque la tentación es fuerte, debido a las muchas miserias que vivimos. No solo en términos económicos, sino también en otros planos, o fragilidades que atraviesan nuestra sociedad o nuestras comunidades", añadió.
Francisco llegó a la isla de Lampedusa como un inmigrante más, en barca. Al tocar tierra firme en el puerto, saludó y reconfortó a algunos de los inmigrantes, algunos de ellos habían llegados escasas horas antes del encuentro, después de sufrir la explotación, la persecución, la tortura y el hambre.
El Papa Francisco invitó a todos a tomar conciencia del estado de bienestar, y recordó que es necesario salir de la indiferencia y el egoísmo para reconocer a estar personas como hermanos.
"La tentación es dejarse tomar y envolver por la indiferencia. Y precisamente es de la indiferencia de lo que debemos salir, sin temor, sin tener miedo de la compasión, así como nos dijo el Papa Francisco", recordó el P. Nastasi.
Durante el encuentro, el Pontífice, también arrojó al mar una corona de flores en recuerdo de todos los que perdieron la vida en las aguas del Mediterráneo.